Zapatero dice que en un año todo el Estatuto habrá iniciado su desarrollo

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso asegurarse ayer un recibimiento triunfal en el baño de masas que esta tarde se dará en el Palau Sant Jordi de Barcelona. El candidado del PSOE lanzó una nueva promesa en torno a Cataluña que, sin embargo, puede dar pie a múltiples y equivocadas interpretaciones: "En un año el Estatuto se habrá desplegado en toda su potencialidad", dijo.

"Un Estatuto no se desarrolla en un año", admite el Gobierno catalán

El presidente formuló esta promesa durante un encuentro informativo sin micrófonos con los periodistas que siguen su campaña. La respuesta obedecía a la pregunta de si se sentía maltratado por Cataluña. "En absoluto", respondió Zapatero. "Además, en un año el Estatuto habrá desplegado toda su potencialidad y muy pronto se notará todo lo demás".

El tono de la frase contrasta con el mensaje que han venido repitiendo el Gobierno catalán y el Ejecutivo español en los últimos meses: que el Estatuto no se desplegará en su integridad ni en un año ni tampoco en tres, sino que es una ley de muy largo recorrido.

El PSOE salió rápidamente en auxilio del presidente para evitar que éste sea esclavo de sus palabras como le ha ocurrido con otras promesas muy sonadas y, en ocasiones, incumplidas. "El presidente vino a decir que en un año todo lo que prevé el Estatuto estará en marcha, que se estará negociando; no dijo que todo esté completado", explicaron fuentes del partido.

El hecho de que Zapatero no dijera que el Estatuto se habrá desarrollado en su integridad sino que habrá desplegado toda su "potencialidad" implica, por ejemplo, que no se compromete a haber transferido todas las competencias previstas en el Estatuto pero sí, al menos, haber comenzado a negociar con la Generalitat traspasos pendientes más allá de Cercanías o de determinados servicios.

El Gobierno catalán interpretó las palabras de Zapatero sin grandes dosis de euforia. "El presidente Zapatero ha vuelto a demostrar su compromiso con el Estatuto sin decir nada que, en el fondo, no supiéramos, pues antes de un año esperamos tener traspasos como el de Cercanías y habernos dotado de una nueva financiación, ambas cosas previstas en el Estatuto", explicaron fuentes de Presidencia. Las mismas fuentes admitieron que "un Estatuto no se desarrolla por completo en un año".

Que la promesa no excitó demasiado al PSC lo demuestra el hecho de que José Montilla no hiciera ninguna referencia a la misma en el mitin que ofreció ayer en Girona. El presidente de la Generalitat cantó todas las bondades de los proyectos de Zapatero e insistió en el papel central que a su juicio desempeña Cataluña en el proyecto socialista, pero nada de poner calendarios al desarrollo estatutario. Desde que el AVE no llegó a Barcelona en la fecha prevista, los socialistas evitan por sistema poner plazos a los grandes proyectos.

Tenga o no la promesa el efecto movilizador deseado, el PSC ha preparado para hoy una apoteósica acogida a Zapatero. Los socialistas volverán a llenar el Sant Jordi, que precisamente ya fue escenario de una de las promesas más sonadas del ahora presidente. Todos los catalanes guardan en algún rincón de la memoria aquel: "Apoyaré la reforma del Estatuto de Cataluña que apruebe el Parlamento de Cataluña".

Fue el 13 de noviembre de 2003, en la recta final de la campaña que aupó a Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat. Muchas cosas han cambiado desde entonces. El PSOE acabó apoyando el Estatuto, pero después de someterlo a un recorte cuyas consecuencias todavía colean, entre ellas la desaparición de Pasqual Maragall del primer plano de la política catalana.

Zapatero también se refirió ayer a su visita de hoy a Cataluña, la segunda en tres semanas. "Los actos sólo merecen la pena si se está seguro de que serán un éxito", dijo. "Estoy seguro de que lo tendremos", remachó.