Montilla ensalza ante Sistach el papel de la Iglesia catalana

El enfrentamiento entre el Gobierno socialista y la Iglesia no se replica en Cataluña. El presidente de la Generalitat, José Montilla, ensalzó ayer ante el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el papel de la Iglesia catalana por su "sensibilidad al latido de su entorno más cercano" y señaló que la sociedad catalana "tiene unas claras raíces de tradición cristiana".

Montilla presidió junto a Sistach el acto conmemorativo del 40º aniversario de la Facultad de Teología de Cataluña y evitó de nuevo criticar a los obispos por la polémica nota de la Conferencia Episcopal Española ante las elecciones generales de 2008. En esta nota, los obispos llamaban a votar por "el bien mayor" y acusaban al Gobierno del PSOE de haber aprobado "leyes que son gravísimamente injustas y deben ser cambiadas porque lesionan derechos fundamentales".

Sistach forma parte de la Comisión Permanente que elaboró la nota, pero ayer no tuvo que escuchar reproche alguno por parte de Montilla, sino alabanzas. El presidente animó a la Iglesia a aportar a la sociedad catalana "herramientas y propuestas útiles para su cohesión", unas herramientas "que nos ayuden a entender de manera más plena el sentido profundo de la vida". Montilla recordó que en 1968 la Facultad de Teología era "la única institución universitaria que en sus estatutos tenía como lengua oficial el catalán" y, así, ha señalado el importante papel que desempeñó "en aquellas épocas difíciles".

Montilla destacó que la constatación de la diversidad "no impide el reconocimiento de la diferente incidencia que ha tenido cada una de las confesiones religiosas en la historia y en la construcción de nuestra cultura".

"La sociedad catalana tiene unas claras raíces particulares en la tradición cristiana. Unas raíces forjadas y una tradición recibida a través de la presencia de la Iglesia", afirmó Montilla, que también cree que Cataluña "ha sabido ver en la diversidad religiosa una oportunidad para educar en la convivencia".

"Compartimos con la Iglesia catalana la necesidad de trabajar juntos por la cohesión social y para hacer frente a estos nuevos retos" con el objetivo de "construir un mundo fraternal y más justo", agregó Montilla.

El presidente de la Generalitat pidió que la Iglesia "siga siendo sensible al latido de su entorno más cercano y, al mismo tiempo, con los procesos globales que también nos afectan directamente".