Galán carga contra EDF-ACS y amenaza con los tribunales
Iberdrola advierte a la compañía francesa que no es bienvenida
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, dijo ayer que habla un francés "magnífico". Fue el único guiño amable que dirigió a la compañía estatal francesa Électricité de France (EDF), interesada en la eléctrica española.
El resto fue una sucesión de golpes cortos, directos, secos, de los que duelen, dirigidos tanto a EDF (que ayer comunicó unos beneficios de 5.618 millones en 2007, un 0,2% más, y se desplomó un 9,3% en Bolsa), como a su supuesto aliado en la caza de Iberdrola, el grupo constructor ACS.
De la compañía francesa dijo que "no es bienvenida" en Iberdrola y del grupo que preside Florentino Pérez -que controla de forma directa e indirecta un 12,2% de la eléctrica- que no es un accionista, sino el primer competidor de Iberdrola.
"Desde el primer día que entró en el accionariado de Iberdrola", explicó Sánchez Galán en el acto convocado para dar a conocer los resultados de 2007, "[ACS] ha creado inestabilidad, vigilando sus propios intereses y en contradicción con los intereses del resto de los accionistas".
Las declaraciones de un Sánchez Galán, más vehemente si cabe que en otras ocasiones, sonaron a apertura formal de hostilidades contra EDF y su presunto aliado ACS. Con amenaza incluida. Según dijo, si los rumores de las últimas semanas sobre Iberdrola retrasan alguna de las operaciones que están en marcha por parte de la eléctrica, como la compra de la estadounidense Energy East (6.400 millones de euros), llevará a los tribunales a EDF y a ACS. Ambos grupos han reconocido a la CNMV que han mantenido contactos con vistas a una posible compra de Iberdrola.
Lanzado el mensaje principal, esto es, que Iberdrola está dispuesta a pelear, Sánchez Galán se negó en redondo a entrar en lo que denominó "rumores de monopoly". La cuestión con más enjundia, la reedición de una posible alianza con Gas Natural, la despejó con aire: sin descartar nada y sin confirmar nada. Y de la actitud del Gobierno español, una frase prudente: "Estoy seguro de que sabrá defender los intereses de España y de sus ciudadanos". Iberdrola, que reivindica con cifras su condición de "campeón energético nacional" -"qué carajo más tiene que ser uno para ser campeón", lanzó Sánchez Galán-, ganó el pasado año 2.353,4 millones netos, un 41,8% más que en el año anterior. Convertida en la cuarta eléctrica del mundo por valor bursátil, Iberdrola prevé invertir 24.000 millones de euros en los próximos tres años, tanto en España como en el extranjero (área atlántica). Será, por supuesto, si EDF y su presunto aliado ACS no logran concretar sus planes de conquista. Si lo hacen, Sánchez Galán saldría de la compañía con cinco años de salario de indemnización. En torno a 10 millones.
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