La Cámara alerta de la compra de Spanair por Iberia

Los empresarios catalanes han abierto fuego de nuevo con Iberia y El Prat. Primero fue por el repliegue de la compañía en Barcelona (en favor de su participada de bajo coste, Clickair); luego a propósito del reparto de la nueva Terminal Sur (reclamando que le asignasen el espacio también a Spanair y sus socias de Star Alliance, cosa que ocurrió).

Y, ahora, por la venta de Spanair. El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, opinó ayer de que la intención de Iberia de comprar la filial de SAS podría resultar perjudicial para el aeropuerto de El Prat. En una nota de opinión institucional, la Cámara manifestó su temor a que Iberia -dados los antecedentes de su repliegue-, cancele los planes de Spanair y sus socias de Star Alliance, que en su día había prometido convertir el aeropuerto de Barcelona en un hub o centro de vuelos intercontinentales.

"Preocupa que estos anuncios tan importantes puedan ser desatendidos por la nueva propiedad de esta última compañía", señala la nota de la Cámara.

"Neutralidad"

Valls exigió "neutralidad" al Gobierno en este proceso y criticó que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, opinase favorablemente respecto a la oferta de Iberia. Paradójicamente, mostró su apoyo a la oferta rival de Iberia por Spanair, un grupo llamado Gadair, y avanzó que si este grupo requiere "la colaboración del empresariado catalán" para su objetivo lo estudiaría "con interés". "No sabemos quién es mejor, pero sabemos que Iberia quiere dejar El Prat y convertirlo en bajo coste", dijo Valls.

Un portavoz de Iberia respondió que, de salir adelante la compra de Spanair, "beneficiará a Barcelona porque permitirá crear la masa crítica suficiente para establecer vuelos intercontinentales" tan reclamados por los empresarios catalanes.

La Cámara también pedirá que se revise la asignación de espacios de la Terminal Sur de El Prat, que se repartió entre Iberia (Oneworld) y Spanair (Star Alliance) "si un operador dominante pudiese comprometer la libre competencia".

El presidente de la patronal Pimec, Josep González, se sumó a la polémica y coincidió con Valls en manifestar su "inquietud" por la posibilidad de que Iberia compre Spanair y perjudique de este modo los intereses de Barcelona.