¿Techo en el dólar?
La evolución presente del dólar / euro está siendo uno de los testigos más fiables de la expectativa de que la gripe hipotecaria y crediticia que afecta a Estados Unidos se contagie al resto del mundo. Frente a la perplejidad que produjo durante el año 2005, en el presente el dólar refleja, nítidamente, la percepción sobre si un deterioro adicional de la economía de Estados Unidos queda aislado o se extiende al resto del mundo. Por ello ha tenido un comportamiento asimétrico a medida que se han acumulado noticias negativas: se ha depreciado cuando se preveía lo primero y se ha apreciado al esperarse lo segundo (se comporta como un activo refugio: "Si todo va mal, mejor tener dólares").
Los próximos trimestres van a ser la prueba de fuego de la hipótesis que planea sobre la evolución reciente del dólar
En este contexto se ha instalado entre los analistas un cierto consenso implícito de que existe un techo, en torno al 1,50, que no va a superar su cotización. Ello dejaría de lado los escenarios más pesimistas manejados por Obstfeld y Rogoff en su conocido trabajo sobre desequilibrios globales. Sin embargo, el nivel alcanzado supera, con creces, el previsto si el déficit corriente norteamericano es reflejo de la ventaja competitiva que resulta de tener el sistema financiero más desarrollado del mundo.
En concreto, no parece que durante estos años el país se haya comportado como un hedge fund.
Parte de la captación de fondos que ha obtenido del resto del mundo (realizada a bajo coste vía deuda pública) ha podido ser reinvertida en países emergentes en distintos proyectos con un alto riesgo pero elevada rentabilidad. Pero el fenómeno subprime y la cerrazón que aflige a sus mercados mayoristas desde el verano precisan una explicación mejor.
Los próximos trimestres van a ser la prueba de fuego de la hipótesis que planea sobre la evolución reciente del dólar, el famoso decoupling (si el resto del mundo es capaz de aguantar una caída de la actividad y, en concreto, del consumo de los hogares en Estados Unidos).
Por el momento no se puede decir que se hayan dado las condiciones para testar tal hipótesis: el consumo en el cuarto trimestre todavía crece por encima del 2,5%.
Carlos Maravall y Sara Baliña son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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