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Reportaje:Moda

Producir o no producir, he ahí la cuestión

Diseñadores entre la subvención y la autosuficiencia

"Excelente". "Sano". "En ascenso". También "muy complicado", "dificultoso" y "lleno de trabas". Así se referían ayer al estado de la moda española diseñadores y otros profesionales entre las bambalinas de la Pasarela Cibeles. Si lucir una colección bajo los focos dura un cuarto de hora, llegar al desfile siempre supone una carrera de obstáculos.

Lo sabe muy bien Alma Aguilar, de 32 años, que ayer estrenó el día con un look inspirado en la calle y de aire hippy. "Al ser una pasarela subvencionada hay muchas más ayudas, pero a muchos compañeros les cuesta llegar a final de mes. Se invierte mucho tiempo y dinero y la subvención no siempre basta".

Para llegar a beneficiarse de una porción de esos 3,5 millones de euros del presupuesto de Cibeles hay que tenerlo muy claro. Cuca Solana, directora de la pasarela, da algunas claves: "Un joven diseñador tiene que darse cuenta de que ha elegido bien"; después, pensar como empresario, "no olvidarse de que tiene toda una industria detrás".

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El grado de exigencia se refleja también en la selección de modelos. Marina Jamieson tiene 19 años. "He desfilado en Londres, París, Tokio y Milán. Pero llegar a Cibeles es muy difícil, si no tienes experiencia en el extranjero no te suelen coger", cuenta, ataviada con un albornoz.

Precisamente, a la Gran Manzana viajaron los hermanos bilbaínos Iñaki y Aitor Muñoz (alias Ailanto) con su puesta en escena. Estos gemelos con estudio en Barcelona, que han vestido a estrellas de Hollywood como Salma Hayek, llevan desde 1992 sirviendo su ropa a 115 clientes de todo el mundo. Y piensan seguir haciéndolo. "Vivimos de producir las colecciones, la pasarela sólo es un show. En Japón y EE UU ya hemos vendido todo lo de verano antes de venir a Cibeles".

Poco después, los nervios retornan, como siempre en los momentos previos a un desfile. Amaya Arzuaga repasa una espléndida colección que remite a Blade runner. "Y a la magia", puntualiza. Como es habitual en ella, lana bien trabajada, cortes geométricos, hombreras ascendentes ("no mas-culinas") y algún color entre el triunfante negro, porque su hipotético sustituto (azul marino) no le gusta "nada". En cambio, Carmen March se lanzó con morados, azules y grises que los buscó entre los estampados minerales. Un Viaje al centro de la Tierra (Verne).

Modelos de la colección de Amaya Arzuaga, presentada ayer en Cibeles.
Modelos de la colección de Amaya Arzuaga, presentada ayer en Cibeles.LUIS SEVILLANO
Una silueta de la diseñadora Carmen March.
Una silueta de la diseñadora Carmen March.LUIS SEVILLANO

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