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Crónica:NBA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Gasol se pasea por Miami con los Lakers

Ni el español ni su equipo tienen necesidad de esforzarse para batir con facilidad a unos Heat en los que ya hasta se cuestiona a Riley

Gasol se paseó por Miami. En una tarde gris fuera y dentro del American Airlines Arena, el español de moda en Estados Unidos estuvo en la línea del escaso brillo que acompañó la visita de Los Ángeles Lakers a los paupérrimos Heat. Nadie necesitó esforzarse, ni él tampoco, para llevarse la victoria: 94-104. Gasol anotó 12 puntos, los mismos que ante los Hawks, en la derrota de Atlanta, cogió siete rebotes y dio dos asistencias. Números inferiores a sus 22 puntos de media en los tres partidos que llevaba jugados, con 9,3 rebotes. El rey en la defensa fue esta vez el novato Lamar Odom, con 18 capturas y 15 puntos, mientras Kobe Bryant volvió a bastarse para marcar distancias en el ataque con sus 33. En el descanso, cuando sólo llevaba 13 anotados por 9 de Gasol, dijo sobre el ex de los Grizzlies: "No es tanto lo que anote, sino lo que hace para permitir anotar a otros". Kobe abochornó a Dwyane Wade, la única estrella real que le ha quedado a Miami tras la marcha de Shaquille O'Neal y le dejó en unos pobres 19 puntos marcándole muy bien.

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Gasol estuvo lejos de los 24 puntos que logró ante los Nets en Nueva Jersey o los deslumbrantes 30 de su mejor partido, contra los Magics en Orlando. Pero, realmente, no le hizo falta para su currículo en presencia de estrellas como Magic Johnson, que también tiene negocios inmobiliarios en Miami.

Jugó dos cuartos completos, el primero y el tercero, pero entró en la mitad del segundo y cuando faltaban menos de tres minutos para el final. Lo hizo como el pilar básico que ya es en los Lakers, junto con Kobe, y también colaboró en esos minutos finales, que no fueron de la basura porque se alargaron prácticamente a todo el último cuarto. Sólo la relajación de los Lakers, que llegaron a tener hasta 14 puntos de margen, permitió una tímida reacción local. Los Heat se acercaron hasta a cuatro puntos y Gasol también surgió entonces para sentenciarlos con otro de sus ganchos espléndidos.

Y todo ello, en un choque que tenía su morbo. Enfrentaba historia y actualidad. Nueve títulos de Phil Jackson contra cinco de Pat Riley, que ganó cuatro de ellos cuando dirigía al rival. Pero son otros tiempos, más modestos. Jackson está en horas medias tirando a altas, pero Riley pasa las más bajas. Con números de 32 victorias y 17 derrotas, los Lakers se presentaban como el quinto equipo de la Conferencia Oeste, en claro ascenso tras un principio de temporada flojo, ante unos ridículos 9-39 de los Heat, campeones en 2006 y últimos ahora de toda la NBA tras una campaña nefasta con 21 derrotas en los últimos 22 partidos. Ayer sumaron la 22ª en 23. Sólo ganaron el 26 de enero a Indiana.

Además del esperado duelo de tiradores, Kobe Bryant-Dwyane Wade, la cosa tenía un aliciente más. Ambos conjuntos han sido protagonistas de los dos movimientos más sonados en los últimos días: la llegada de Gasol a Los Ángeles y la marcha de O'Neal a Phoenix a cambio de Shawn Marion y Marcus Banks, que debutaban para tratar de dar otro aire al moribundo. Difícil tarea en la que Marion al menos ofreció alguna esperanza de futuro, pero bien poco Banks. Después de la marcha de O'Neal, muchas voces ya dicen que por qué no le sigue Riley. El entrenador-presidente es cada vez menos incombustible.

Los Lakers juegan hoy en Charlotte, el miércoles lo harán en Minnesota y sólo volverán a Los Ángeles el martes 19 para recibir a Atlanta. Allí, en casa, podrán ver Magic y Jack Nicholson a Gasol.

Gasol se dispone a encestar a pesar de la oposición de Blount.
Gasol se dispone a encestar a pesar de la oposición de Blount.REUTERS

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