Visiones de la India en Casa Asia
El centro organiza una exposición del fotógrafo Raghu Rai
"Lo que el fotógrafo capta vivirá eternamente. Su enfoque debe ser muy preciso, porque de su conexión con el mundo exterior surge la energía que da poder a la imagen". Los pensamientos de Raghu Rai, el padre del fotoperiodismo indio, oscilan continuamente entre lo terrenal y lo espiritual, así como las fotografías que ha realizado en 42 años de trayectoria, por su cuenta y como miembro de la agencia Magnum. De esta extensa colección, espejo de la compleja realidad de la India, Menene Gras, directora artística de Casa Asia, ha seleccionado un centenar de imágenes, realizadas entre 1964 y 2007, que se exhiben de forma simultánea en las dos sedes de la entidad (el color en Barcelona y el blanco y negro en Madrid), hasta el 27 de abril.
"Muchos instantes conviven en la misma imagen", afirma Rai
"Indira Gandhi era la fuerza, la madre Teresa contagiaba serenidad"
La exhibición, titulada Raghu Rai. Pasaje a la India, da inicio a las actividades del año que Casa Asia dedica a este país y coincide con la antológica de Rai que se inaugura en la National Gallery de Nueva Delhi el 16 de febrero. "Los grandes fotógrafos occidentales, especialmente los franceses, han centrado su obra en la poética del instante, pero la India tiene un espíritu multicapas, es una experiencia horizontal. Por ello utilizo una cámara panorámica, porque me permite captar los muchos instantes que conviven simultáneamente en una misma imagen", afirma Rai, alto y hierático, con la nariz aguileña y un poncho de lana gruesa que le hace parecer un personaje andino.
Descubierto por Cartier-Bresson en 1971, Rai, nacido en 1942, en Jhhang, actualmente parte de Pakistán, esperó seis años para decidirse a formar parte de la agencia Magnum, a la que se afilió en 1977. Desde entonces se ha entregado a la India, retratando tanto su cara más tópica -los templos, las telas coloreadas, los rituales antiguos e incluso la miseria fotogénica- como la más oculta, la que Occidente no quiere ver; la de las cremaciones humildes rodeadas de basuras; de las peregrinas con saris baratos y bolsos de plástico imitación de marcas famosas; de la limpieza cotidiana, en los ríos contaminados que cruzan las ciudades, de quien no tiene ni agua corriente. Junto a multitudes de rostros anónimos, el objetivo de Rai ha captado los personajes que han escrito la historia de la India moderna, empezando por Indira Gandhi y la madre Teresa, cuyos retratos se exhiben en Madrid.
"Una era la imagen de la fuerza y el poder, la otra te contagiaba una serenidad sobrenatural", recuerda, rehusando elegir su preferida entre los dos. "Es como por las religiones, en la India hay muchas, ¿por qué debería escoger una? Y también con la fotografía: ¿por qué elegir entre analógico y digital, cuando cada uno tiene sus ventajas?", se pregunta el fotógrafo, que ha inmortalizado sucesos cotidianos aparentemente intrascendentes y grandes catástrofes, como el desastre de Bophal, causado por la explosión de una multinacional química que, no contenta con ahorrar en mano de obra, lo hizo también en medidas de seguridad.
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