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Reportaje:

Los 'payasos de la tele' desbordados

Txirri, Mirri eta Txiribiton cumplen 36 años de éxito haciendo reír y cantar a los pequeños y mayores

Gaby, Fofó, Miliki y Fofito pasaron a la historia del entretenimiento como Los payasos de la tele, pero muchos niños vascos asocian este título a Txirri, Mirri eta Txiribiton, cuyas trastadas emite Euskal Telebista desde hace dos décadas. Lo que empezó de modo casual, una iniciativa más de los miembros de la sociedad donostiarra Kresala para fomentar el euskera, se ha convertido en un fenómeno sin precedentes en Euskadi.

Cuando a principios de los años setenta Xabier Otaegi (Txirri), Jose Ignazio Ansorena (Mirri) y Andoni Ezeiza (sustituido hace 23 años por Txema Vitoria) empezaron a actuar como Kixki, Mixki eta Kaxkamelon, primera encarnación de los cómicos asesorada por el seminarista Pako Etxebeste, no había una propuesta similar en el País Vasco. Ahora muchos les imitan y abundan los payasos vascohablantes. Entonces improvisaban, y ahora cuentan con equipo de guionistas y un arreglista, graban al año 26 programas de televisión (Trikitraka Trikitron) y venden entradas a una velocidad propia de estrellas del rock. Además, han protagonizado una película de dibujos animados, cuentan con una línea de merchandising que incluye toallas y camisetas, y ya han editado un total de 19 discos y 22 vídeos y DVDs.

El trío ha editado 19 discos, 22 vídeos y DVDs y graba 26 programas al año
"Nunca nos hemos definido políticamente", dice Ansorena

De hecho, la gran demanda que generan, inabarcable para tres artistas que no son profesionales del humor y que sólo le dedican "el tiempo libre", ha llevado a la creación de Txirri, Mirri eta Txiribiton Junior, un trío de jóvenes sosias formado por un hijo de Txirri, una hija de Mirri y otro amigo.

Ellos recorren Euskadi con el espectáculo en vivo, mientras sus mayores se dedican sobre todo a atender los compromisos televisivos y siguen grabando nuevos discos con canciones. El último, Sudur gorria (Elkar), llegó a las tiendas en noviembre con temas de aires circenses basados en pasacalles populares de txistularis, guiños al folclore y a la música vaquera, y Seintxoa izan nintzen, una canción en la que aluden a la muerte y se atreven con el rap.

Ansorena, músico profesional y reputado txistulari, sostiene que a los niños les gusta ante todo la buena música. Se enorgullece de que la suya agrade también a los padres y, aunque reconoce que trabajando con niños es necesario "un poco" de autocensura en los mensajes, dice que "aplicar inteligencia, cariño y dedicación suele bastar para que surjan cosas apropiadas".

En su caso, pese a que hablan de siete provincias e incluyen a Osasuna entre los equipos vascos de fútbol, rechaza que su propuesta tenga cierto contenido nacionalista. "Precisamente, una cosa que nos ha dado problemas, es que, por pura honradez intelectual y personal, nunca nos hemos definido políticamente. No tenemos ninguna vocación política y además trabajamos para niños. Sería totalmente deshonesto utilizar el predicamento o el prestigio que tengamos entre ellos para llevarles a ninguna tendencia política", sentencia. Pero no le extraña la sospecha. "Cuando uno trabaja por el euskera y la cultura vasca, parece que está trabajando por el nacionalismo, y eso es absolutamente falso", replica.

El 25 de marzo, Txirri, Mirri eta Txiribiton cumplirán 36 años de sociedad artística, y su balance es positivo. Aunque, echando la vista atrás, encuentran "triste" que haya bajado la edad del público directo de los payasos. Y también les preocupa la calidad de los espectáculos infantiles, por la falta de tino, dicen, de los programadores. "Parece que para los niños basta con una cosa con mucha bulla, mucho ruido y una música muy alta, y no es así. Si el día de mañana queremos tener gente inteligente, sensible, con sentido común y dispuesta a aceptar la complejidad de la vida, tenemos que trabajarlo desde pequeñitos", explica Mirri.

Lejos de pensar en la jubilación, el trío trabaja ahora en un disco en el que adaptarán a formato coral varias de sus canciones más emblemáticas, entre las que figuran Altza, Pelipe!, Pintto Pintto, Paristik natorren y Zapi zuria. Por su parte, Ansorena prepara con Álvaro Cendoya un álbum sobre la obra integral para txistu y piano de Tomás Garbizu.

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