La Mafia está deprimida
Cuando los guionistas de Hollywood regresen de la huelga se encontrarán con un filón argumental para recomponer el cine de gánsteres al estilo de Puzo y Coppola. El FBI y la policía italiana coordinaron una operación policial en Nueva York y en Sicilia en la que detuvieron a más de 90 directivos del crimen organizado. Un golpe histórico, como suele decirse. Cayeron nada menos que el número dos de la familia Gambino, Domenico Cefalú, y el consigliere de la familia Joseph Corozzo. Quien desconozca la importancia de un consigliere, que recuerde el personaje de Tom Hagen en El Padrino, interpretado con elegante severidad por Robert Duvall. En Italia echaron el guante a otra refulgente estrella de la Cosa Nostra, Francesco Paolo Augusto Cali, alias Frankie Boy. Ésta es la detención que desvela la estrategia de la batida policial: quebrar la alianza en ciernes entre la mafia neoyorquina y la siciliana.
Desde que Salvatore Lucania, Lucky Luciano para la posteridad, murió deportado en Italia, el parentesco entre Sicilia y Estados Unidos venía sufriendo turbulencias nocivas para los negocios. Las guerras entre los Gambino, los Bonnano, los Genovese y los Lucchesi ensangrentaron hasta bien entrados los noventa las calles y las trattorias de Nueva York con cadáveres exquisitamente acribillados sobre un mantel de cuadros. En Italia, la furia homicida de los Riina contra los jueces relegaba al olvido cualquier racionalidad. Pero la paz aquí y allá acabó por imponerse. La conexión con Italia, imprescindible para asegurar las rutas de la droga entre Europa y EE UU, es la que acaban de abortar el FBI y los carabinieri.
Es demasiada casualidad que la caza del mafioso coincida con el ocaso de Los Soprano. La Mafia tiene dificultades psicológicas en la vida real y en la ficción. Pero eso no significa que vaya a desaparecer. Allá donde haya un negocio susceptible de ser monopolizado mediante la violencia -como el de la construcción o el juego-, allí encontrarán los Gambino y los Genovese un burladero legal para esconder el core business, es decir, la prostitución y las drogas.
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