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Cerco a la izquierda 'abertzale'

Batasuna confía en que el voto nulo refleje su capacidad de resistencia

La justicia ha anulado cuatro siglas de los radicales desde su ilegalización

La última vez que Batasuna se presentó a unas generales fue en 1996. Obtuvo 154.853 votos. Se saltó las dos citas siguientes. En 2000 ni se molestó en presentar candidatos a Congreso y Senado. Acababa de romper la tregua y escenificó así su independentismo. En 2004, ya ilegalizada, tampoco lo intentó. Las generales son la cita que menos interesa a los radicales. Pero esta vez, la necesidad obliga.

Batasuna, el partido político ilegalizado por formar parte de ETA, necesita hacer ostentación de su fuerza. En las próximas elecciones querrá contrarrestar el ostracismo político que supone la ilegalización de sus últimas formaciones satélite, ANV y PCTV. Con toda su dirección en la cárcel, se resiste a ser clandestina y querrá demostrar que mantiene a sus fieles. Su baza es el victimismo. Mostrará su fuerza a través de los votos nulos.

La insistencia de Batasuna obedece también a la necesidad de contrarrestar la posible fuga de votos hacia el nacionalismo moderado de PNV y EA. La consulta popular anunciada por el lehendakari Ibarretxe para que los vascos se pronuncien sobre su relación con España es una invasión de su discurso.

La ruptura del alto el fuego de ETA el año pasado deja a los abertzales en la peor situación para obtener un buen resultado (de votos nulos). Su mejor momento fue en plena tregua de ETA, en 1998, bajo el nombre de Euskal Herritarrok, y tras firmar el pacto de Lizarra. Logró 224.001 en las autonómicas de aquel año que le dieron 14 parlamentarios en Vitoria. En las municipales del año siguiente obtuvieron 228.147 votos en Euskadi y 44.299 en Navarra, un poder municipal sin precedentes.

Tras la ruptura de aquella tregua de ETA, en noviembre de 1999, Euskal Herritarrok perdió más de 80.000 votos y la mitad de sus parlamentarios en las autonómicas de 2001.

En 2003, Batasuna es ilegalizada. En las municipales de ese año estrena la fórmula de las plataformas electorales con la marca Autodeterminaziorako Bilbunea (AuB). Todas las listas que presenta en los municipios vascos y navarros son anuladas.

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En las europeas de 2004 presentaron la lista Herritarren Zerrenda (HZ). También fue anulada, pero pudieron atribuirse los votos nulos: 98.132 en Euskadi y 15.662 en Navarra, un resultado recibido con euforia.

En las autonómicas de 2005, el Supremo anuló la plataforma Eukera Guztiak. Pero los radicales se escondieron tras el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV o EHAK), que alcanzó 150.188 votos y nueve parlamentarios en Vitoria.

En las municipales del año pasado fue anulada la plataforma Abertzale Sozialisten. Pero Batasuna recurrió a un viejo partido casi sin actividad, ANV. La mitad de sus listas pasaron el corte de la justicia, y ANV recogió 94.718 votos. Además, contabilizó como propios otros 97.058 votos nulos. Es el último precedente para conocer la fuerza electoral de ETA, antes del 9 de marzo.

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