_
_
_
_
_

El G-7 aborda la crisis sin una posición conjunta

Ni el precio del petróleo, ni los efectos de la infravalorada moneda china. Ni siquiera las reclamaciones de los países emergentes para ganar poder institucional. Lo que acaparará la atención de los ministros de Economía del G-7, que se reúnen hoy en Tokio, son las consecuencias de la crisis hipotecaria estadounidense y la ralentización del crecimiento. Y, aunque los llamamientos a iniciativas conjuntas son unánimes, no está claro que vaya a llegarse a acuerdo alguno.

"Es importante que lancemos un mensaje para estabilizar los mercados y mantener el crecimiento de la economía", dijo ayer, a modo de preámbulo, el ministro japonés de Finanzas, Fukushiro Nukaga. La cuestión está en si de la cumbre del grupo que reúne a los principales países industrializados saldrá algo más que un mensaje. Y las posiciones de partida son bien distintas. El Gobierno de EE UU reclama un posicionamiento conjunto a favor de un recorte fiscal como el que ya ha adoptado en su país para reactivar la demanda mundial. Europa, con el Reino Unido y Alemania a la cabeza, exige una normativa global para intensificar los controles y la transparencia en el sistema financiero.

Más información
El G-7 solicita a los exportadores de petróleo que aumenten su producción

Sólo el cambio climático parece capaz de robar protagonismo a la crisis. EE UU, Reino Unido y Japón quieren extender su iniciativa de crear un fondo para ayudar a los países en desarrollo a combatir el calentamiento global.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_