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Dos muertos al estrellarse una avioneta en un viñedo de Subirats

Los vecinos vieron cómo el aparato cayó tras romperse una de sus alas

Dos personas perdieron ayer la vida en Subirats (Alt Penedès), cuando la avioneta que pilotaban se desplomó en una zona agrícola de la población. Las dos víctimas, únicos ocupantes del biplaza, eran pilotos experimentados y todos los indicios apuntan a que el accidente se debió a un fallo mecánico.

La avioneta cayó a las seis de la tarde, a apenas 40 metros del campo de fútbol de Sant Pau d'Ordal, el núcleo urbano principal del municipio. En aquel momento entrenaban en el campo los benjamines del equipo local. El accidente lo presenciaron numerosos vecinos.

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Los fallecidos son Jordi Conesa, de 37 años, vecino de Sant Cugat Sesgarrigues y propietario del aparato siniestrado, y su acompañante Santi F. A., de 41 años, que era mosso d'Esquadra en Vilafranca. Los dos eran pilotos experimentados e incluso Santi tenía el carnet de piloto privado.

El testimonio de algunos vecinos indica que la rotura de una de las alas, precedida de una explosión, fue la causa del accidente. "Si te quedas sin una de las alas, te quedas sin dirección", dijo Josep Pinyar, gerente del aeródromo de Avinyonet del Penedès, donde el aparato estaba hangarado.

Los pilotos se disponían a regresar al aeródromo al ver que empezaba a oscurecer. La rotura del ala se produjo a tres kilómetros de su destino. El accidente fue rápido. Las víctimas sólo tuvieron tiempo para evitar la caída en el campo de fútbol, donde jugaba uno de los hijos de Jordi, explicaron los vecinos. Si el fallo técnico hubiera sido de otro tipo, posiblemente habrían podido parar el motor y planear hasta el aeródromo. El alcalde de Subirats, Antoni Soler, matizó que el aparato podría haber tenido algún problema con el motor. Aviación Civil determinará las causas exactas del siniestro.

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Los vecinos que se encontraban en la zona se acercaron hasta el lugar donde cayó el aparato, al lado del campo de fútbol y a pocos metros de una vivienda. Los bomberos llegaron 10 minutos después. Anoche, los bomberos y los mossos trabajaban aún para retirar la avioneta y localizar algunos de sus restos, que cayeron a lo largo de los últimos metros de su trayecto tras la explosión. Algunos de estos restos se encontraron en un radio de 300 metros. El joven Lemuel Moreno iba en bici cuando oyó una explosión y al levantar la cabeza vio a la avioneta con un ala rota y dando piruetas antes de caer.

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