Barcelona escala 25 puestos en la lista mundial de ciudades más caras
La fortaleza del euro y el éxito económico encarecen el coste de la vida
Barcelona y Madrid ya figuran en la treintena de ciudades más caras del mundo. No es sólo una sensación. Ambas han escalado más de 25 puestos en un sólo año en la clasificación mundial de las ciudades con mayor coste de vida: Madrid ha pasado de la plaza 53 de 2006 a la 26 en 2007, y Barcelona, de la 56 a la 31, por delante de las urbes Francfort, Múnich, Bruselas y Los Ángeles, entre otras. En 2005, Barcelona ocupaba la plaza 43.
El Ayuntamiento cree que el bajón inmobiliario no castigará en exceso
La capital catalana sigue siendo la ciudad europea con más calidad de vida
Los datos corresponden a la lista que elabora cada año la firma Mercer Human Resource Consulting, en la que compara los precios de 200 productos y servicios básicos en 143 ciudades del mundo en relación con el poder adquisitivo de sus habitantes. El Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio lo presentaron ayer en el marco del nuevo informe del Observatorio Barcelona de 2007.
Este gran encarecimiento de Barcelona respecto al resto del mundo se debe sobre todo a la fortaleza del euro con relación al dólar. Un fenómeno que origina que 30 de las 50 ciudades con mayor coste de vida sean europeas. En cambio, gracias a la debilidad del dólar, Nueva York ha bajado del puesto 10 al 15 y Los Ángeles del 29 al 42. Se trata de las dos únicas ciudades estadounidenses situadas entre las 50 más caras.
La posición relativa de Madrid y Barcelona en el mercado europeo ha subido mucho menos, una o dos posiciones. Barcelona ha pasado de la 22 a la 21 y Madrid de la 20 a la 19.
"Está claro que el factor predominante es la fortaleza del euro, pero también ha influido la presión de la demanda y el diferencial de inflación que arrastra la economía española", explicó ayer Àngels Santigosa, que ha elaborado el informe anual del Observatorio de Barcelona.
Es la cruz que lleva consigo el "el propio éxito" económico de la capital catalana, en palabras del presidente de la Cámara, Miquel Valls. La demanda crece y calienta los precios. Moscú se mantiene, según el mismo listado, como la ciudad con mayor coste de vida, seguida de Londres, Seúl, Tokio y Hong Kong.
El informe del Observatorio de Barcelona se ha elaborado a partir de 50 indicadores que definen la posición de la ciudad en diferentes ámbitos económicos. El de 2007, presentado ayer, revela que Barcelona es la única de la Unión Europea (UE) que se sitúa entre las 10 primeras posiciones en los 10 indicadores que evalúan la capacidad de atracción de inversión extranjera y de reuniones internacionales, turismo y calidad de vida, entre otros.
En concreto, por décimo año consecutivo, Barcelona se coloca en primer lugar entre las ciudades europeas en calidad de vida para los trabajadores, seguida por Ginebra y Madrid, y se consolida como cuarta mejor ciudad europea para hacer negocios. Entre los aspectos que explican esta buena valoración destaca la gran capacidad de inversión extranjera, nivel de actividad emprendedor superior a la media europea, buena posición en la organización de congresos internacionales y el potencial del puerto.
La grave crisis inmobiliaria y su repercusión en otros sectores puede ensombrecer la buena marcha de la ciudad, pero el teniente de alcalde de Hacienda y Promoción Económica, Jordi W. Carnes, confió en que Barcelona salga airoso del bache, ya que el peso de la construcción en su economía es de alrededor del 5%, según dijo, "menor que el del resto de Cataluña o España".
En cuanto a la competencia con Madrid, Valls consideró que la posición de Barcelona es "absolutamente razonable" teniendo en cuenta que, en su opinión, se ha invertido en las infraestructuras madrileñas más que en las de Cataluña.
Menos empleo de I + D
Empresarios y el Ayuntamiento tienen muy identificadas las debilidades de Barcelona en la competición mundial. Tanto el presidente de la Cámara de Comercio como el teniente de alcalde destacaron la necesidad de potenciar las actividades y el empleo en servicios intensivos en conocimiento.
Y las cifras dan razón a esta preocupación: en 2006 estaban empleados 94.172 trabajadores en Cataluña en este tipo de servicios (telecomunicaciones, informática e investigación y desarrollo), el 2,7% del total (frente al 5,5% de Madrid). Son, además, 2.000 menos que en 2005, cuando había 96.585. La responsable del estudio, Àngels Santigosa, opinó ayer que este descenso de 2006 respecto a 2005 constituye una "consolidación" después de un importante incremento del empleo de valor añadido registrado respecto a 2004, cuando trabajaban 81.937 catalanes en servicios intensivos en conocimiento. Además, destacó que se ha duplicado en 10 años.
El teniente de alcalde también destacó la necesidad de potenciar el conocimiento de idiomas entre los barceloneses y, sin mencionar operaciones de fusión, llamó a las empresas a buscar "fórmulas" con las que puedan incrementar su tamaño. "Incluso esas multinacionales catalanas que nos parecen muy grandes aquí, son pequeñas para el mercado global", advirtió.
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