La Generaliat saca a nuevo concurso sus 15.000 móviles

Los operadores de telecomunicaciones van a poder pelearse de nuevo por uno de los contratos más suculentos que puede brindarles la Administración. La batalla que quedó oficialmente convocada ayer dirime quién va a dar servicios de telefonía móvil a la Generalitat, cuyo volumen de contratación anual es de 14.784 líneas de telefonía móvil, 31 millones de llamadas, 68,5 millones de minutos, 2 millones de mensajes cortos (SMS) y 350.000 megabytes (MB) de tránsito de datos con la tecnología GPRS.

El concurso público abierto con tal propósito, para el que se esperan ofertas en marzo, está valorado en un máximo de 27 millones de euros y, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo hasta ahora, la empresa que resulte adjudicataria no lo será durante cuatro años, sino por tres.

En la actualidad, la empresa que se ocupa de la telefonía móvil de la Generalitat es Orange, que resultó adjudicataria en 2003. Su contrato terminaba el año pasado, pero el Gobierno catalán decidió ampliarlo unos meses más para que el proceso de adjudicación no se viera contaminado con la negociación sobre la venta del operador de telecomunicaciones catalán Al-pi.

Durante un largo tira y afloja, la Generalitat estuvo negociando con Orange el precio y las contrapartidas por las que iba a venderle el 25% de capital público que mantenía en el operador Al-pi desde que éste fue privatizado parcialmente a finales de los noventa. Orange controlaba el 75% de Al-pi, pero hoy ya es su dueña al 100%.

Operadores virtuales

Durante la presentación del concurso, el secretario de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat, Jordi Bosch, llamó a participar a los distintos operadores de móviles. "No sólo a los que disponen de red propia, sino también a los nuevos operadores virtuales", precisó Bosch, en alusión a las empresas que carecen de infraestructura, pero que ofrecen sus servicios apoyándose en la red de otras, como las de Telefónica, Orange o Vodafone. Sin embargo, Bosch dijo, en declaraciones a Efe, que las posibilidades de los operadores virtuales para dar servicios a la Generalitat son aún "limitadas".

El Gobierno catalán, que calificó este concurso como "uno de los más importantes de Europa", tuvo anteriormente sus móviles en manos de Vodafone. Pero en 2003, ésta quedó fuera de concurso por un patinazo burocrático.