"Somos una empresa con alma; nuestro objetivo es servir a la sociedad"

En España, las aseguradoras de salud privadas compiten con la sanidad pública, que debido a la evolución de la medicina y al progresivo envejecimiento de la población, entre otros factores, padece una progresiva precariedad económica. Se estima que el 15% de los españoles -6,7 millones de personas- cuenta con una póliza privada. Diferentes expertos del sector destacan la "calidad" y el "prestigio" que abandera el "modelo humanista" impulsado por el grupo asegurador catalán Asistencia Sanitaria, con 190 empleados y una facturación de 162 millones de euros en 2007, el año de su 50 aniversario.

Su presidente y consejero delegado, el doctor Ignacio Orce (Pamplona, 1954), encarna el espíritu de autoexigencia y superación que hace posible que esta empresa atienda dignamente a sus 200.000 asegurados. No en vano, Orce entró en esta compañía aseguradora a los 14 años como botones. 16 años más tarde y después de licenciarse en medicina y cursar un máster en EADA, fue nombrado consejero delegado y vicepresidente, cargos para los que ha sido reelegido cada cuatro años, hasta que en 2000 asumió la presidencia.

"No queremos ganar dinero. Tenemos expresamente prohibido en nuestros estatutos repartir dividendos a nuestros accionistas"

Pregunta. ¿Qué tiene de especial esta aseguradora sanitaria?

Respuesta. Decir abiertamente que no queremos ganar dinero. Lo que sí nos interesa, y mucho, es ofrecer el mejor sistema sanitario posible. Hemos sido los primeros en impulsar el cooperativismo sanitario: los accionistas de esta empresa son a partes iguales los 5.000 médicos que cada día atienden a nuestros pacientes. A pesar de nuestro carácter privado, tenemos expresamente prohibido en nuestros estatutos retribuir a nuestros médicos accionistas más allá de la justa compensación económica por su actividad profesional.

P. Entonces, ¿no reparten dividendos a final de año?

R. No. Tenemos muy claro que la atención a la salud no ha de significar ánimo de lucro. Somos una empresa con alma; nuestro principal objetivo es servir y atender a la sociedad de la que formamos parte. Sólo así podemos ser coherentes con la labor médica que tanto amamos y respetamos, y que ofrecemos por poco más de 70 euros al mes, o por menos de la mitad, según la cobertura de la póliza.

P. Parece algo más caro que la media de este sector, ¿no?

R. Sí, es cierto que somos algo más caros, pero hoy por hoy gozamos de un índice de permanencia de nuestros asegurados de 17 años, mientras que la media del sector se sitúa en los cinco años. Nuestra fidelización se sustenta en el simple hecho de que somos médicos y no empresarios, con lo que creemos al 100% en lo que hacemos. Y estamos comprometidos en conseguir que nuestra asistencia sea realmente sostenible.

P. ¿A qué se refiere?

R. En la sanidad privada existe una paradoja absolutamente perversa: la mayoría de entidades del sector incrementa el precio de la póliza según va envejeciendo el asegurado, con lo que muchos terminan dándose de baja justo cuando más asistencia necesitan. Para no dar la espalda a las personas mayores, nuestro modelo asistencial apuesta por que el joven de 20 años pague lo mismo que la persona de 65 años. Es una fórmula mucho más justa, que nos permite acompañar a nuestros asegurados toda su vida.

P. ¿Y qué hay del 85% restante de la población?

R. Está claro que la cobertura privada no está al alcance de todos. Pero, dados los problemas de satisfacción y accesibilidad de la sanidad pública, queremos dar la posibilidad a cada vez más ciudadanos de contar con una asistencia privada. Así, hemos lanzado una póliza de plan básico por 28 euros al mes, que cubre toda la atención médica necesaria, exceptuando la que requiere hospitalización.

P. ¿Hasta qué punto su personalidad influye en la ideología y los valores de esta organización?

R. Sólo puedo decir que mi liderazgo consiste en ser congruente con la filosofía humanista que hay detrás de esta empresa. A pesar de la incomprensión imperante, trabajamos para no prostituir ninguno de nuestros postulados ideológicos, que creemos que son la base de una compañía responsable y sostenible. En eso consiste la gestión del poder: en no perder de vista que se trata de servir lo mejor posible a otros seres humanos. El que no lo vea así creo que se equivoca. Para no olvidarlo, es necesario llevar una vida equilibrada, estando en permanente contacto con la familia y los amigos. Si no hubiera mantenido la ética en mi trabajo no hubiera podido educar a tres hijas para mí tan maravillosas. Es una cuestión de coherencia, nada más.