Lamela en el hotel de Baqueira: "Ya no soy consejero de Sanidad"
El "viaje de trabajo" del alto cargo resulta ser unas "vacaciones familiares"
-Ya no soy consejero de Sanidad. Estoy con mi familia de vacaciones. Y las vacaciones son sagradas.
Así despachó ayer Manuel Lamela a los periodistas de EL PAÍS y la Cadena SER que le encontraron en la estación de esquí de Baqueira Beret (Lleida). Lamela se remitió a las declaraciones realizadas los últimos cuatro días en el PP. Y prometió que opinará el sábado, en la "inauguración de unas cocheras", sobre el auto que exculpa al Doctor Luis Montes y su equipo de las falsas sedaciones irregulares de las que él y la Consejería que dirigió hicieron bandera política.
Desde el lunes, la portavoz de Lamela en la Consejería de Transportes, que ahora encabeza, aseguró que su jefe estaba de viaje de trabajo. Pero en realidad pasaba el día esquiando en Baqueira con su familia. Anoche, alrededor de las nueve, Manuel Lamela, ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y principal impulsor del falso caso de las sedaciones del hospital Severo Ochoa, fue fotografiado al salir del hotel de cinco estrellas en el que se hospeda, junto a su mujer y sus tres hijos. Subió a un Mercedes gris. También fue fotografiado al regresar al hotel, a las once de la noche.
Zaplana: "El auto no puede acreditar cómo se sedaba en el hospital"
El actual consejero de Transportes, desaparecido en la montaña, pasó ayer de estar de "viaje de trabajo" a encontrarse de "vacaciones familiares programadas desde hace tiempo". Ignacio González, vicepresidente regional y mano derecha de Esperanza Aguirre, le delató para justificar la ausencia del alto cargo en el Consejo de Gobierno.
El inmediato subordinado de Lamela en Sanidad y hoy Defensor del Menor, Arturo Canalda, aseguró a este periódico, que tiene la conciencia "tranquila". La batalla política del caso Leganés ya se libra en el terreno nacional.La resolución del caso Leganés ha desatado una batalla política en Madrid que cada día eleva más el tono de la discusión entre la izquierda y la derecha. Los primeros, PSOE e IU, acusan al gobierno regional de mentir y piden dimisiones. El PP lo rechaza y asegura que actuó correctamente retirando a los médicos de las Urgencias del Severo Ochoa en 2005.
La batalla política ha dado un salto a la escena nacional. En el PP hay varias consignas. Niegan que la Comunidad de Madrid denunciase el caso ante los tribunales y aseguran que el auto no reconoce que no hubiera mala praxis, sino que no se ha podido demostrar que la hubiera. Ambas son falsas. Dicen que no pedirán perdón por el daño moral y profesional a los médicos del Severo Ochoa. Ni les devolverán el puesto que les quitaron, aunque lo prometiera Aguirre hace tres años cuando dijo: "Todo es reversible". Ahora dicen que los ceses se produjeron "por falta de confianza".
Con ese guión, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, dijo: "Los tribunales han fallado de una forma pero no dicen si hacían mal las sedaciones, sino que no se puede acreditar cómo se hacían". Su homólogo en el PSOE, Diego López Garrido, mostró su perplejidad: "La sanidad pública sufrió un ataque furibundo. Y han tenido que ser los tribunales los que censuren la política sanitaria". Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, calificó la actitud del PP de "desacato" por negarse a devolver a Montes el puesto que se le quitó por algo que era mentira. Llamazares pidió al ministro de Sanidad, Bernat Soria, que acuda a la Abogacía del Estado para "defender" a los médicos. Precisamente, Soria exigió al gobierno de Aguirre que deje "de negar la evidencia y el Estado de Derecho".
En el ámbito regional, Tomás Gómez, secretario general de los socialistas, solicitó la comparecencia de Esperanza Aguirre en la Asamblea. Y exigió dos dimisiones. La de Lamela y también la del actual consejero de Sanidad, Juan José Güemes. Antonio Beteta, portavoz popular en la Asamblea, las rechazó.
Fuera de la política, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública se unió a la petición de la oposición. "Deben depurarse responsabilidades por el ataque y desprestigio a la sanidad", aseguró su presidenta, Carmen Ortiz.
LA DENUNCIA DE CANALDA A LOS MÉDICOS DEL SEVERO OCHOA EN 2005
Lo remitió el 24 de mayo de 2005 a los juzgados Arturo Canalda, que era el viceconsejero de Sanidad cuando estalló el caso Leganés. Según él, no es una denuncia, sino documentación para que el juez investigara. En los papeles se explica que una comisión nombrada por la Consejería halló "la existencia de práctica médica realizada fuera de la lex artis ad-hoc con presunta relación causa efecto entre tales irregularidades y el fallecimiento de los pacientes".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Luis Montes
- Declaraciones prensa
- VII Legislatura CAM
- Manuel Lamela
- Gaspar Llamazares
- Caso Sedaciones Irregulares
- Tomás Gómez Franco
- Arturo Canalda
- AP Madrid
- VIII Legislatura CAM
- Muerte digna
- Consejerías autonómicas
- Gobierno Comunidad Madrid
- Eduardo Zaplana
- Hospital Severo Ochoa
- Parlamentos autonómicos
- Audiencias provinciales
- Enfermos terminales
- Hospitales
- Tribunales
- Poder judicial
- Medicina paliativa
- Parlamento
- Casos judiciales
- Gobierno autonómico