La UPV vive otro claustro perturbado por los estudiantes 'abertzales'
La actuación de agentes privados y 'ertzainas' permitió su celebración
Los incidentes causados por el sindicato de estudiantes independentista Ikasle Abertzaleak (IA) fueron ayer protagonistas, una vez más, en un claustro de la Universidad del País Vasco (UPV). Convocado el máximo órgano de representación por el rector, Juan Ignacio Pérez, tras la suspensión el 12 de diciembre del anterior por los protestas estudiantiles, el acto se pudo celebrar en el Aula Magna de Leioa bajo un mayor despliegue de guardas de seguridad y la presencia de los antidisturbios de la Ertzaintza.
Los altercados evidencian un problema difícil de atajar, porque sus causantes son estudiantes claustrales a los que no se les puede negar el derecho de participar en el acto. IA lidera el Consejo de Estudiantes y está ampliamente representado en todos los órganos de la UPV. La organización abertzale ha causado incidentes en las últimas citas señaladas -el acto de apertura del curso, el anterior claustro, y el Consejo de Gobierno del 20 de diciembre- dentro de su campaña para parar la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), conocida como proceso de Bolonia. La protesta, trufada de reivindicaciones soberanistas, coincide con las iniciativas de ilegalización de los partidos herederos de Batasuna, EHAK y ANV. Además, tiene como objetivo bloquear la aprobación de una propuesta de listado de infracciones y sanciones del alumnado que, según sostienen, "criminaliza a la disidencia política". Fuentes del Rectorado subrayan que se trata sólo de la puesta al día de un reglamento vigente desde los años setenta y que contempla penas menores que aquél.
El Rectorado no aclara si tomará medidas contra los alborotadores
Aprobado por amplia mayoría el nuevo reglamento disciplinario
En diciembre, el rector reconoció haber pecado de "ingenuidad" y se comprometió a adoptar "todas las medidas necesarias" para garantizar el normal funcionamiento del claustro de ayer. Ayer se felicitó en una nota de haber garantizado "el normal desarrollo del acto", pero no aclaró si va a abrir expediente a los alborotadores. Pese al aparatoso forcejeo entre estudiantes y guardas, no se llegó a la virulencia del anterior claustro, cuando un centenar de manifestantes irrumpió en el Aula Magna, y de la jornada del 20 de diciembre, cuando decenas de radicales apedrearon el Rectorado y la Ertzaintza cargó en la cafetería central.
Ayer, coincidiendo con el inicio del claustro, unos 30 simpatizantes de IA celebraron a las 10.00 una concentración ante el Aula Magna para protestar contra Bolonia. Dentro, en cuanto el rector empezó a hablar del punto del orden del día relativo al reglamento disciplinario, un estudiante delegado, encadenado a la silla, empezó a gritar contra la convergencia europea. Pérez pidió que fuese desalojado. Mientras los guardias de seguridad intentaban desencadenarle, otra joven se alzó con una pancarta y después uno más intentó subir al estrado, donde se hallaba el rector. Los alborotadores fueron identificados por los guardias.
Los manifestantes aprovecharon la falta de protección en la puerta por esa estrategia de protestas en goteo para intentar entrar en la sala. Los guardas les redujeron con porras, lo que provocó insultos y amenazas por parte de los estudiantes. Un alumno y un guarda rompieron el cristal de la puerta mientras mantenían un forcejeo. Poco después, llegaron agentes antidisturbios de la Ertzaintza, que vigilaba la zona desde primera hora, y dispersaron a los concentrados.
Los claustrales aprobaron el borrador del listado de infracciones por 91 votos a favor y 10 en contra, pero el texto tendrá que pasar por el Consejo de Gobierno y el Parlamento vasco. Estudiantes de diversas sensibilidades criticaron que se aprovechara la época de exámenes (por lo que se ausentaron la mayoría de representantes) para sacar adelante la norma.
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