Congo pide excusas por el ataque a la Embajada

El ministro de Exteriores la República Democrática de Congo, Antipas Mbusa Nyanmisi, presentó ayer sus "excusas" a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, por el proyectil de artillería que el pasado 22 de marzo impactó en la Embajada española en Kinshasa y que hubiera podido provocar una matanza de haber estallado.

El ministro aseguró que se trató de un "accidente, no de una acción contra España" y se comprometió a impulsar una investigación y a castigar a los responsables. De lo primero caben pocas dudas, lo segundo es más dudoso. Moratinos agradeció la acogida de las autoridades congoleñas en lingala, uno de los idiomas nativos del país.

Todos los indicios apuntan a que el ataque procedió de las propias tropas gubernamentales y no de las milicias rebeldes de Jean-Pierre Bemba, el perdedor de las elecciones presidenciales de 2006, ya que sólo aquéllas cuentan con el material empleado en el ataque: un proyectil de 107 milímetros de fabricación china. El impacto se produjo tras cinco horas de tiroteo, y testigos del mismo creen que el objetivo de los atacantes no era la Embajada española, ubicada en el cuarto piso de un céntrico edificio, sino el banco ubicado en la planta baja, que pretendían saquear.

El ministro español se reunió ayer con los funcionarios de la embajada, tanto españoles como congoleños, que estaban presentes en el momento del ataque y a los que prometió una condecoración. "Se le pone a uno la carne de gallina al ver el efecto que habría podido tener el impacto", confesó.

Los incidentes en los que se vio envuelta la embajada española se produjeron cinco meses después de las elecciones presidenciales, a cuyo éxito contribuyó decisivamente una compañía con 130 efectivos de la Legión española, y su desenlace fue el exilio de Bemba en Portugal.