Pelotazo de moda en las calles de la Ballesta y Luna
Una promotora, dueña de 50 locales, quiere convertir la zona en un 'Soho'
De prostíbulo a la boutique de moda. Un proyecto privado abanderado por la inmobiliaria Rehabitar Gestión y que se publicita bajo la marca TriBall -acrónimo de Triángulo Ballesta- pretende hacer de las calles Desengaño, Ballesta, Barco y Corredera Baja de San Pablo, asociadas desde hace años a la prostitución y el tráfico de drogas, el centro fashion de Madrid. Cuentan ya con medio centenar de locales y una asociación de comerciantes entregada a la causa. Las inmobiliarias que gestionan la venta de pisos en la zona esperan una revalorización de entre un 20% y un 30% en el precio del metro cuadrado, que ahora vale entre los 3.600 y los 4.800 euros.
"Compramos todos los clubes de la zona menos uno", dice un promotor
El primer paso se dio a mediados de diciembre, cuando, por vez primera en décadas, abrió una tienda de moda en la calle de la Ballesta. Se trata de Kling. A su alrededor, decenas de locales cuentan ya con el logotipo de TriBall. "Contamos ya con 50 locales comerciales de distintos usos", asegura un comercial de Grove Consultores, la consultora inmobiliaria que administra el alquiler de esos comercios. La idea, pues, es convertir la zona en un nuevo centro comercial, al estilo, según dicen sus representantes, del Soho neoyorquino, Carnaby Street en Londres o el Borne en Barcelona. "Hemos comprado todos los puticlubs del área menos uno", asegura el vendedor, "y hemos invitado a grandes marcas de moda a que se instalen allí".
TriBall nació como empresa en diciembre del año pasado y el 100% de su capital está en manos de ReHabitar Ballesta cuyos administradores son Eduardo Moreno y el arquitecto Miguel Ángel Santa Ibáñez, administradores también de ReHabitar Gestión, una promotora centrada en la compra y rehabilitación de edificios antiguos en el centro de Madrid para su posterior venta como apartamentos de lujo. ReHabitar Gestión cuenta con numerosos edificios cercanos a Ballesta, en la calle de La Palma número siete, San Mateo, 16, Manzana, 14, Marqués de Santa Ana, 15 o en la calle de los Reyes, 5. Eduardo Moreno es, además, presidente de AcTriBall, la asociación de comerciantes que él mismo ha creado, y que cuenta según sus propias palabras con más de 100 socios. "ReHabitar Gestión es sólo un socio más. Está también asociado el teatro Lara, de Martín Varsavsky, o el cine Cervantes", relata. Para incentivar la afluencia de ese comercio fashion que buscan, Moreno cuenta que están ofreciendo alquileres "a unos 20 euros el metro cuadrado, frente a los 200 por metro de un sitio tan cercano como la calle de Fuencarral".
Preguntado por el apoyo del Ayuntamiento, Eduardo Moreno lo confirma. "Hemos hablado con el concejal de Centro y están encantados, porque les vamos a ayudar a limpiar el agujero negro en el que se había convertido Ballesta", cuenta el empresario. Además, las cámaras de vigilancia prometidas por Gallardón ya están instaladas en las calles, aunque no se activarán hasta enero.
De igual manera, las calles de Mesonero Romanos, Nao y Loreto y Chicote, precisamente donde mayor número de locales concentra el proyecto TriBall, serán peatonalizadas a partir de enero. En Ballesta y Desengaño se dará prioridad al peatón, aunque no se cortará el tráfico. Además se instalará nuevo arbolado y mobiliario urbano.
Quienes no parecen estar tan contentos con el proyecto son los vecinos. Según Isabel Muñoz, de la Asamblea Ciudadana del Barrio Universidad (ACIBU). "El Ayuntamiento no se ha hecho cargo de la zona, se ha demostrado incapaz de resolver los problemas, y al final tiene que venir la iniciativa privada a arreglarlo, lo que confirma su afán privatizador", cuenta Isabel. "Veremos en qué convierten el barrio y qué es lo que van a poner, porque tampoco queremos que sea un lugar donde viene todo Madrid a consumir y se acabe con el pequeño comercio que queda y que es el que realmente sostiene al barrio", dice la presidenta de ACIBU.
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