Un paseo tras el recuerdo de Lorca
Una guía invita a recorrer los lugares de Granada por los que se movió el poeta
Convertido en uno de los autores más universales de la historia de la literatura, la vida y la obra de Federico García Lorca constituyen la mejor embajada posible para una ciudad como Granada. El nombre de Federico, ligado al misterio que rodea su asesinato, al color de la sierra y a las torres de la Alhambra, es una garantía inmejorable de la atención y la curiosidad que la ciudad provoca en el mundo.
Por la importancia de la figura de García Lorca para el viajero más culto que visita la ciudad, la Fundación Caja Rural ha publicado la que puede considerarse como guía definitiva de la ciudad lorquiana. Su autora, Gloria Fernández, ha seguido las huellas de Lorca por las calles de Granada, pisando las mismas choperas, flanqueando las mismas puertas y paladeando los mismos sabores, según asegura.
La publicación se adentra en Alfacar, Fuente Vaqueros, Valderrubio y Víznar
De este modo, Gloria Fernández ha concluido una guía de la ciudad que no se olvida tampoco de Fuente Vaqueros, Valderrubio, Víznar y Alfacar, los otros cuatro lugares lorquianos por excelencia en la provincia.
Al llegar a Granada, con el propósito de facilitar los estudios de sus hijos, la familia García Lorca se instaló en la Acera del Darro, todavía ribera de un río descubierto, para después trasladarse a la Acera del Casino, junto a Puerta Real, donde habitaron una mansión. La guía ofrece multitud de fotografías, realizadas por Juan Antonio Martín, en las que puede verse el paisaje actual de los lugares lorquianos, muchos de ellos destruidos y sustituidos por otros.
Cerca de estas dos primeras viviendas se encontraba el café Alameda, donde Lorca se reunía con artistas e intelectuales de la época en la conocida como tertulia de El Rinconcillo. Hoy, el antiguo café Alameda es uno de los restaurantes más populares de Granada, el Chikito, en cuya fachada puede leerse un discreto recuerdo de aquellos días.
Lorca completó el bachillerato en el Instituto General y Técnico Padre Suárez, en la Gran Vía. El edificioconserva hoy el expediente académico del poeta en ciernes. Frente al instituto se encuentran los jardines del Triunfo, donde antiguamente se ubicaba el llamado Campo de Marte, lugar de ejecuciones públicas construido sobre un cementerio musulmán, donde le fue arrebatada la vida a Mariana Pineda, la valiente mujer republicana a la que el poeta convirtió en un mito.
Sin embargo, los años dotaron a la ciudad de un paisaje más triste que mostró todo su dramatismo con el asesinato del poeta. Tras regresar a Granada desde Madrid, Lorca se instaló en la Huerta de San Vicente, la residencia familiar en los meses de verano, que hoy se encuentra ubicada en medio de un parque que lleva el nombre del poeta. Cuando fue consciente de que su vida corría peligro, Lorca se refugió en la casa de los Rosales, en la calle Angulo 1, hoy convertida en un hotel. La casa disponía de 23 habitaciones con entrada por Angulo y puerta de carruajes en la calle Tablas. Allí fue detenido Lorca, al que se trasladó al vecino Gobierno Civil, hoy sede de la facultad de Derecho.
Llegados a este punto, los pasos de García Lorca se vuelven más confusos hasta terminar en una cuneta en la carretera que une las localidades de Víznar y Alfacar, donde se cree que está enterrado junto a la Fuente de las Lágrimas, en la misma fosa en la que descansan un maestro de la localidad de Pulianas y dos banderilleros anarquistas.
Los días de la Alhambra
Como no podía ser de otra manera, la Alhambra también formó parte del paisaje biográfico del autor de Romancero Gitano. Federico García Lorca paseó por los jardines del Generalife con Juan Ramón Jiménez y organizó el Concurso de Cante Jondo junto a Manuel de Falla en la Plaza de los Aljibes del palacio nazarí.Precisamente, sobre la colina de la Alhambra, se encuentran otras dos interesantes paradas en el recorrido. En primer lugar, en el Carmen de Manuel de Falla, en la calle Antequeruela Alta, la fundación dedicada al músico gaditano mantiene intacto el ambiente de los primeros años del siglo XX. Justo enfrente del carmen se encuentra el hotel Alhambra Palace, desde el que se tiene una vista inigualable de la ciudad, y en cuyo teatrillo leyó algunos de sus poemas Lorca en 1922, saboreando sus primeros triunfos. En 1929, en el mismo lugar, un grupo de admiradores y amigos le rindieron un homenaje con motivo de la presentación de Mariana Pineda en la ciudad.
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