Los impuestos indirectos

Muy interesante y esclarecedor el artículo de Opinión de José Luis Feito, publicado en La Cuarta Página de su diario el 17 de enero. Si alguien no conocía muy bien la relación entre obtención de recursos y aplicación al gasto público e inversiones, en el texto publicado se hace un recorrido razonado que nos permite vislumbrar algunas alternativas para justificar una bajada de los impuestos.

Es conveniente modificar al alza las bases y reducir los tipos en el IRPF, así como disminuir para toda clase de empresas, sin límites en sus resultados, el porcentaje del impuesto de sociedades y de cotización a la Seguridad Social. Se tendría más dinero para gastar e invertir, lo que haría mover el mercado y subir la economía.

Sin embargo, caso de que la reducción de los impuestos diera como resultado una insuficiencia en la financiación de las cuentas públicas, "no sería justo" compensar la diferencia con un incremento en los impuestos indirectos, se crearía un agravio comparativo a todos los ciudadanos, ya que independientemente de sus rentas, aportarían a través del consumo, igual que aquellos que tienen más ingresos y que, paradójicamente, menos uso hacen de algunos de los servicios que el Estado a través de los impuestos financia, como son colegios públicos, ambulatorios y hospitales de la Seguridad Social, atención a la dependencia,Servicios Sociales, etcétera.

Se rompería el principio de "quien más tenga, más aporte", que define a un país solidario.

En vez de este incremento, podría ser razonable establecer unas cuantías mínimas de tributación a partir de determinadas bases imponibles, reducibles en caso de inversión en bienes generadores de producción o recursos.