Vuelve el comisario (político)

La lottizzazione, el reparto partidista de los medios de comunicación públicos, ha hecho fortuna más allá de Italia. Lo que debía ser en Cataluña un experimento a la británica amenaza con seguir el guión de una comedia de enredo al estilo de la que el jueves tuvo como escenario el Senado italiano. Ayer tomó posesión el Consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Es el órgano que regirá la televisión y la radio públicas autonómicas y cuyos cargos se han repartido sin escrúpulos las formaciones políticas. Todos han designado a sus ex jefes de prensa, ex altos cargos y aparatchiki de distintos pelajes en el consejo; todos los partidos con grupo parlamentario propio -desde CiU al PSC, pasando por Esquerra, Iniciativa y Partido Popular- han colocado a sus comisarios partidistas, manipuladores varios y sumisas voces de su amo a regir los destinos de un ente que, como otros tantos organismos reguladores de áreas económicas o sociales en España, se verá sometido a los más puros intereses tacticistas.

Es un nuevo ejercicio de esa democracia de baja calidad a la que los partidos parecen querer condenar a la ciudadanía. Se ha optado por la política de vuelo gallináceo, por la visión rastrera de la cuota de partido en lugar de comprometerse a lograr una televisión y una radio públicas gobernadas por independientes de prestigio en el mundo de la comunicación, que generasen un amplio consenso. El espíritu de la ley se ha pervertido. Los buenos propósitos han quedado en papel mojado. ¿En beneficio de la sociedad? No. En exclusivo provecho de la visión propagandística.

Pero aún hay más. El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) examinó preceptivamente a los 12 candidatos y aplicó un severo correctivo verbal a esta propuesta de los partidos, pero no se atrevió a rechazarla. Porque también está sometido a los aparatos partidistas. Otra vergüenza, porque ese CAC sí acertó en el diagnóstico: "Falta de adecuación al espíritu de la ley", denunció, en un proceso "que ha contaminado la presunción de inocencia" de los candidatos. Y entonces, ¿por qué se lo tragó enterito?