La Bolsa recupera el aliento con una subida del 7%, la mayor de su historia

Del pesimismo a la euforia en unas horas. La Bolsa es un manojo de nervios y al pánico de los últimos días le siguió ayer una subida sensacional. El Ibex escaló hasta el filo del 7%, la mayor subida de su historia. En un entorno incierto, con el mercado huérfano de señales claras que le permitan comportarse con normalidad, los parqués europeos se dieron un baño de optimismo, con subidas superiores al 4%. El horizonte del final de la crisis financiera sigue siendo lejano, pero las señales enviadas -una vez más- por las autoridades de EE UU fueron un bálsamo para las Bolsas europeas.

Después de las subprime (las hipotecas basura), una nueva palabra imposible se ha convertido en el gran dolor de muelas de los bancos y las Bolsas mundiales: las monoline, aseguradoras financieras de origen estadounidense. Bastó un plan de apoyo a estas compañías anunciado por el Estado de Nueva York para que los mercados europeos se recuperaran, a rebufo de lo que hizo Wall Street el martes. Las aseguradoras financieras, con serios problemas por los efectos secundarios de las hipotecas tóxicas, podrían causar un nuevo estropicio en las cuentas de resultados de la banca internacional, ya muy castigadas. Ante esa posibilidad, el mercado aplaudió los planes anunciados en Nueva York.

Paradójicamente, el shock causado por Société Générale fue el otro gran bálsamo para los mercados europeos, en los que se rumoreaba con insistencia la posible quiebra de un gran banco. El agujero del grupo francés eliminó buena parte de la incertidumbre en un mercado que en unos días se ha anotado -en España- la mayor bajada y la mayor subida de su trayectoria.

Volatilidad

La Bolsa tiene cierta tendencia a apelar a la épica, y el mercado español no es precisamente una excepción. "No hay que dejarse engañar por esta subida, el entorno está muy deteriorado y apenas hay señales de recuperación de la crisis financiera y de su filtración sobre la economía real", aseguró Pablo Guijarro, analista de AFI.

Aun con la adrenalina de ayer, la mayoría de los expertos recelan del actual escenario bursátil. Un vistazo a los últimos años muestra que la secuencia de esta semana se parece peligrosamente a lo sucedido tras la explosión de la burbuja tecnológica, al rebote posterior a las caídas del 11-S en 2001 o a la resaca del caso Enron. "A las grandes caídas les suceden fuertes repuntes cada vez que la incertidumbre y la volatilidad se instalan en el mercado. Y ése es el sino del arranque bursátil del año", en opinión de Miguel Ángel García, director de inversión de Deutsche Bank.

El Ibex se anotó la mayor subida de Europa, pero también París y Francfort se revalorizaron en torno a un 6%, y Londres rebotó cerca del 5%, el mayor ascenso en cinco años. Wall Street cerró con una subida del 0,88%. También registraron avances el euro (cerca de los 1,48 dólares por unidad) y el petróleo, que ronda de nuevo los 90 dólares por barril.

Incertidumbre y volatilidad son los conceptos más repetidos por los analistas para explicar la evolución reciente y, sobre todo, el futuro inmediato de las inversiones en Bolsa. "A medio plazo la Bolsa sigue siendo una buena apuesta, pero a corto el ajuste está por ver y las oscilaciones van a continuar", indicó Pablo Fernández, del IESE. Guijarro, de AFI, fue más directo: "Aconsejamos aprovechar estos movimientos para reducir la exposición a la renta variable". En román paladino, eso es vender.