Prodi apela a la unidad del centro izquierda para salvar el Gobierno
El primer ministro italiano afronta dos votos parlamentarios clave
El primer ministro italiano, Romano Prodi, se somete a dos mociones de confianza, en el Parlamento y en el Senado, que son claves para determinar si podrá seguir en el poder tras la salida de la coalición de Gobierno del partido democristiano -Unión de Demócratas para Europa (Udeur)- del ex ministro Clemente Mastella, investigado por abuso de poder. En caso de que la coalición de centro-izquierda no supere la prueba, el presidente Giorgio Napolitano no descarta convocar elecciones anticipadas.
El presidente Giorgio Napolitano es reacio a convocar elecciones anticipadas
"Quiero mirar a la cara a quienes votarán contra mí", desafió ayer Prodi al Parlamento. "Sólo ustedes, el Parlamento, puede decidir la suerte de un Gobierno", concluyó. Hoy a la tarde está prevista la votación de la moción de confianza entre los diputados. Prodi confía en que saldrá airoso porque cuenta con un buen respaldo. En cambio, es la votación en el Senado, prevista para mañana, la que puede poner punto final a un débil Gobierno de Prodi que en 20 meses en el poder ha necesitado sortear 31 mociones de confianza.
En la Cámara alta, tras la salida de los tres senadores del bloque de Mastella de la coalición, se queda con 155 votos frente a los 156 de la oposición. Por muy absurdo que parezca, el actual Ejecutivo no puede seguir en el poder sin el apoyo de Udeur, un partido que ha sacado menos del 2% de los votos en las pasadas elecciones. Prodi sólo puede mantenerse a flote recomponiendo las relaciones con Mastella o apelando a los votos de los cinco senadores vitalicios. Si no lo logra tendrá que dimitir.
En este último caso, el presidente napolitano tendrá dos opciones: la formación de un Gobierno técnico, de transición, hasta la aprobación de una nueva ley electoral -la opción que más le gusta al veterano político- o convocar elecciones anticipadas.
Debido a una ley electoral problemática, diseñada por el anterior Gobierno de Silvio Berlusconi en abril de 2006, Prodi tuvo en la Cámara alta una mayoría tan ajustada que condenó a su Ejecutivo a la parálisis. Tanto el Gobierno como la oposición, los grandes partidos, están convencidos de la necesidad de una reforma de la ley electoral.
De hecho, muchos analistas creen que ha sido la posibilidad de esta reforma electoral lo que influyó en la decisión de Mastella de abandonar a Prodi, dado que las modificaciones perjudican a los partidos pequeños. La única forma de frenar un referéndum sobre la reforma electoral, que debería celebrarse como muy tarde el 15 de junio, es adelantar unas elecciones que, teóricamente, deberían celebrarse en 2011. Silvio Berlusconi, líder de la oposición, insiste en que la única forma de salir de la crisis de gobernabilidad que paraliza a Italia es convocando elecciones anticipadas.
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