El PSOE cerrará todas las centrales nucleares cuando terminen su vida útil
Los socialistas estudiarán la creación de impuestos medioambientales
En pleno debate sobre la energía nuclear y cuando el Gobierno británico la considera vital para asegurar el suministro y luchar contra el cambio climático, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido prescindir paulatinamente de esta energía. Con más nitidez que nunca, Zapatero ha dado el visto bueno al coordinador del programa socialista, Jesús Caldera, para que incluya en el programa el cierre de las centrales cuando cumplan "su vida útil".
El último borrador del programa electoral dice lo siguiente: "Mantendremos el compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías más seguras, más limpias y menos costosas, cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo, al final de su vida útil, dando prioridad a la seguridad y con el máximo consenso social, potenciando el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables".
En 2004, el programa sólo incluía "la reducción gradual de la energía nuclear", aunque Caldera anunció su cierre en 20 años.
Técnicamente, la vida útil de una central es de 40 años, aunque legalmente los permisos se dan cada 10 años. Con ese planteamiento, Garoña (Burgos) deberá cerrar en 2009 (cuando acaba su licencia) o como mucho en 2011 (a los 40 años). Esa es la única decisión que compete al próximo Gobierno, ya que las siguientes centrales cumplirán su vida útil entre 2021 (Almaraz I, Cáceres) y 2028 (Trillo, Guadalajara). Con el cierre de Garoña, el PSOE pretendía aplacar al sector antinuclear y ecologista y acelerar la construcción del almacén de residuos radiactivos.
Los socialistas instan al PP a que se pronuncie sobre la energía nuclear (que según las encuestas rechaza la amplia mayoría). Rajoy apuesta por mantener la actual mezcla energética, lo que supondría alargar al menos la vida de Garoña.
El programa también reconoce que se "avanzará" en la reforma fiscal verde, ya iniciada con la reforma del impuesto de matriculación, en función de las emisiones de CO2. Aunque los socialistas abogan por mantener la presión fiscal y no crear impuestos, en este caso reconoce que hay que "avanzar" en esta línea. "El PSOE cree que los impuestos pueden servir para potenciar la protección ambiental, la prevención del cambio climático, el control de emisiones, la conservación de recursos hídricos y la promoción de energías renovables". El compromiso es el siguiente: "Revisaremos los aspectos ambientales de la tributación actual, de acuerdo en su caso con las comunidades, para estimular los comportamientos sostenibles, tanto de los particulares como de las empresas". En 2004, el PSOE se comprometió a crear una ley de bases de fiscalidad ecológica, que no hizo.
En otras materias ya hay promesas firmes. Zapatero promoverá si gana las elecciones una ley integral contra cualquier discriminación, impulsada por el secretario federal de movimientos sociales, Pedro Zerolo.
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