Hora punta en la catedral
La Xunta y la Iglesia estudian fórmulas para evitar la masificación en 2010
Aunque no existen estadísticas fiables sobre el número de personas que pasan cada año por la catedral de Santiago se trata, indudablemente del templo más visitado de España, y con la llegada de los meses de verano las visitas a determinadas horas pueden convertirse en toda una odisea. De los seis millones de turistas que visitaron Galicia durante el pasado año se calcula que el 85% visitó Santiago y la gran mayoría incluyó a la catedral en su recorrido turístico por la ciudad. Los problemas de masificación que sufre la catedral cada verano se trasladan a las principales calles del casco histórico y algunas voces apuntan a la necesidad de revisar el modelo turístico de la ciudad.
"No debe haber 3.000 personas en la catedral al mismo tiempo"
"El 91% de los visitantes tiene interés en volver a Santiago"
Esta semana unas declaraciones del conselleiro de Industria, Fernando Blanco, que sugirió la posibilidad de limitar el acceso de turistas a la catedral levantaron la polémica. La conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, matizó que en ningún caso se trata de establecer restricciones para entrar al templo, sino más bien de ordenar la presencia de visitantes en los puntos más sensibles como el Pórtico de la Gloria. La Iglesia ni siquiera quiere oír hablar de opciones como la de cobrar una entrada simbólica a los visitantes que permita reducir su número.
Felipe Arias, director general de Patrimonio de la Xunta, explica que está en marcha la elaboración del Plan Director de la Catedral y que existe "buena sintonía" con los responsables eclesiásticos. "Toda ordenación en la catedral requiere el consenso con sus responsables", señala.
Por su parte, el portavoz del Cabildo de la catedral, José Fernández, explica que el templo compostelano tiene entre sus funciones prioritarias la de "acoger al peregrino" por lo que no considera viable la opción de cobrar por la entrada, aunque "otras catedrales de características distintas a la nuestra lo hagan". Sin embargo, no cierra la puerta a que pueda ordenarse el acceso a la zona del Pórtico aunque ya tiene ciertos "respiros", incluso en los años santos, porque no se permite el acceso al mismo durante las misas y la afluencia de visitantes "no es muy elevada" a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
Desde la Xunta se habla en todo momento de respetar la decisión del Cabildo de no limitar el acceso a la catedral. Sin embargo, el director general de Turismo, Rubén Lois, cree necesario establecer mecanismos de ordenación en determinadas zonas que no tienen por qué provocar un descenso en el número de visitantes. La prueba es que en lugares como Granada, Toledo o Ávila, donde se han tomado medidas de este tipo, ha aumentado la afluencia de personas a los monumentos. "No se trata de tomar medidas drásticas, pero sí de ordenar. Lo que no debe pasar es que haya 3.000 personas en la catedral al mismo tiempo. Hay que hacer estudios para saber qué número de visitantes puede asumir el templo", concluye Lois.
El director general considera que debe reforzarse la apuesta por el componente cultural que atrae a muchos de los turistas que llegan a Santiago. "Sería muy bueno que los visitantes conozcan más cosas sobre el patrimonio y los edificios históricos con los que cuenta Santiago", indica Lois, quien recuerda además que está en marcha la apertura de un museo de la ciudad y un centro de interpretación del Camino, que contribuirán a este objetivo.
Xosé Manuel Iglesias, concejal de Turismo de Santiago, coincide con Lois en la apuesta por un turismo de calidad y señala que el objetivo no es tanto incrementar el número de turistas como elevar el nivel de satisfacción de los que visitan la ciudad. "El 91% de los visitantes tienen interés en volver y nuestro reto es tratar de subir este porcentaje", explica Iglesias.
Aunque siguen llegando muchos autobuses con visitantes a la ciudad, Iglesias destaca que la llegada de las aerolíneas de bajo coste ha permitido incrementar sustancialmente el número de turistas que llegan en avión. En 2007 el aeropuerto de Lavacolla superó por primera vez los dos millones de usuarios. "Santiago es un destino de calidad y tenemos que aplicar políticas de excelencia para mantenernos en esa línea", indica el concejal, quien apuesta por mejorar la movilidad de los turistas en el entorno de la catedral y también dentro de la misma. "Es muy importante dar buena imagen y a eso también contribuye que los turistas puedan visitar con comodidad la catedral", concluye.
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