Pizarro se estrena liberado de sus empresas y con guiños a Cataluña

Ya se sabía que era una mina para la prensa y sobre todo para las cámaras, pero superó su listón. Con un personalísimo estilo locuaz, directo, natural y socarrón, Manuel Pizarro se apoderó ayer de una escena, la sala de prensa del PP, que ocupaba por primera vez, con más soltura que los que llevan allí media vida. Hasta el punto de que el protagonista habitual de ese púlpito, Mariano Rajoy, quedó a ratos eclipsado, si no fuera porque la crisis de Aguirre y Gallardón convertían todas sus respuestas y silencios en noticia.

La fortuna personal y el hecho de que Pizarro sea un empresario con muchos intereses metido a político han sido criticados por la izquierda. Por eso él quiso dejar una cosa clara desde el principio: "Vengo a sudar la camiseta como uno más. Nadie podrá decir que espero a ver qué pasa en las elecciones para decidir qué hago. Desde ahora mismo, abandono todos mis otros cargos. Dejo la Bolsa, donde estoy desde 1987. Dejo Telefónica, con gran dolor porque es un proyecto en el que estaba muy ilusionado. Y el Parque Natural de Ordesa, donde estaba desde el 97".

Además, lanzó guiños a Cataluña y dijo que, pese a las críticas por la OPA, él ha hecho mucho por esa comunidad. Negó haber dicho la frase que se le atribuye -"Endesa, antes alemana que Catalana"-, y se explayó en defender su gestión en la OPA: "Había una oferta que daba 22 euros en papelitos y yo dije que se podrían obtener casi 45 euros por cada acción de Endesa. Los accionistas que aguantaron se llevaron 44,5 en dinero. Por tanto, y lo digo para Cataluña, donde la pela se valora mucho, al final, es el que más pague".

Pizarro utilizó hasta citas literarias, como en un debate en el Congreso. ¿Por qué ha aceptado tan a última hora después de haberse incorporado, hace sólo un mes, al consejo de Telefónica?, le preguntaron. "Pues por Rajoy. Como él es gallego, entenderá esto: como Valle-Inclán, por sus divinas palabras".

De esta manera confirmaba indirectamente lo que todas las fuentes del partido señalan: que el líder del PP no se puso en contacto con él en ningún momento hasta la semana pasada, y que se incorporó a Telefónica porque no sabía nada.

Además confirmó que no hará campaña en Aragón, por la relación estrecha que ha mantenido con el Gobierno de esa comunidad (PSOE-Par).

Pizarro obtuvo ayer su carné de militante del PP. El empresario es amigo personal de Aznar, con quien organiza frecuentes cenas, y en el partido se ha interpretado rápidamente la jugada de Rajoy como un regreso al aznarismo. Por si había dudas, el líder quiso enseñar el carné de Pizarro y explicar que lo firman dos personas: él mismo y el presidente de honor del partido, esto es el propio Aznar, que no suscribe, como es lógico, ningún carné nuevo porque no tiene cargos ejecutivos.

Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, rebautizó ayer a Pizarro como "El Gran Gatsby". Y lo explicó: "Es esa especie de animal mitológico, mitad empresario y mitad político, normalmente de la derecha, que se ha gestado en nuestro país en los años de las privatizaciones".