Cinco generales de la OTAN proponen crear un directorio antiterrorista

Los desafíos a que se enfrenta el mundo, y en particular Occidente, en los albores del siglo XXI han llevado a cinco antiguos jefes militares destinados en la OTAN durante el 11-S a proponer una estrategia globalizada transatlántica en la que Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea actúen de forma coordinada bajo el control de un "directorio permanente al más alto nivel político".

Los expertos ven su plan como el origen de una nueva relación entre EE UU y Europa

Según la visión de estos militares, las cuestiones a debate serían planteadas en primera instancia en la OTAN y ejecutadas por la UE. Entre los desafíos regionales que prevén figuran la ascensión de Asia, con China como factor de riesgo, y el endémicamente inestable Oriente Próximo, en cuyo horizonte aparece un Irán nuclearizado. "El terrorismo y la amenaza de guerra asimétrica es muy probable que estén con nosotros durante mucho tiempo", pronostican.

En un estudio titulado Hacia una gran estrategia para un mundo incierto, los generales hablan de cómo Gobiernos y pueblos no tienen una respuesta preparada para amenazas asimétricas, como el terrorismo y otros desafíos globales propios de esta época. A su juicio, el único modo de hacer frente a la situación pasa por definir una estrategia conjunta e integrada de todos los aliados, con capacidades militares y no militares.

EE UU, la OTAN y la UE, 32 países en total, son signatarios de numerosos tratados y acuerdos que les vinculan y que serían más efectivos si hubiera mayor coordinación y cooperación entre todos, señalan los generales. Dado que la relación entre EE UU y la UE es simbiótica, "proponemos el establecimiento de un directorio permanente entre Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea al más alto nivel político", escriben los generales. "Su misión inmediata será coordinar las respuestas comunes ante crisis en las que estén en peligro los intereses comunes".

El general estadounidense John Shalikashvili, ex jefe supremo aliado, y el general alemán Klaus Naumann, ex jefe del comité militar de la OTAN, encabezan el grupo en el que también figuran quienes fueron los más altos responsables militares de Reino Unido, Francia y Holanda. Los cinco mantuvieron una reunión el 11-S en Holanda donde nació la idea de escribir un libro sobre la seguridad del futuro que ha evolucionado hasta convertirse en el actual trabajo, patrocinado por la holandesa Fundación Noaber.

El texto será presentado mañana en Bruselas, bajo el amparo de la German Marshall Fund y en presencia de sus cuatro coautores europeos, que no detallan la auténtica composición del directorio. Los cinco dudan de que EE UU vaya a aceptar que la UE y la OTAN sean consideradas a su misma altura, para lo que proponen insistir ante Washington en que "tendría doble influencia en el directorio, con su presencia como EE UU y como integrante de la OTAN. Cabe esperar que con ese doble voto, EE UU participe en el debate internacional más de lo que lo ha hecho en los últimos años", apuntan los militares.

Dejándose llevar por la querencia profesional, los autores proponen "que la OTAN sea siempre el organismo en el que se discuta en primer lugar el asunto en cuestión y que los miembros de la OTAN que también lo sean de la UE se comprometan a no desviarse de su voto en la OTAN cuando las cuestiones sean discutidas en la UE. Así, las deliberaciones en la UE se convertirán en debates sobre cómo ejecutar las decisiones que la OTAN haya adoptado".

Los generales plantean su propuesta como un primer paso hacia una nueva relación transatlántica que, de hacerse realidad, podría terminar por convertirse en un organismo que trascienda cuestiones de seguridad y defensa para abordar otro tipo de cuestiones de impacto sobre todas las naciones, como, dicen, el cambio climático.