"Un Gobierno iraní responsable paralizaría el programa nuclear"
"La situación de la mujer ha empeorado bastante durante el último año en Irán. Ha habido muchas detenciones". Rostro levemente pintado, sin velo, el símbolo de la Legión de Honor apuntado en su elegante tailleur, la premio Nobel de la Paz de 2003, Shirin Ebadi, habla sin rodeos del retroceso de las libertades civiles que experimenta Irán, país en el que nació hace 60 años y en el que sigue viviendo.
Ebadi, que fue juez antes de la Revolución Islámica y ejerce actualmente la abogacía, controla como pocos el pulso de la represión, al defender personalmente a muchas de las activistas encarceladas. "Hay una involución con respecto al anterior Gobierno [de Mohamed Jatamí]. Sin embargo, ese retroceso sólo concierne la actuación del Gobierno. En la sociedad civil, el movimiento que pide un cambio de las cosas ha aumentado de intensidad. El feminista, como el universitario, como el de los trabajadores".
"La situación de la mujer ha empeorado durante el último año"
Pregunta. ¿Qué ocurre en el clero iraní? ¿Cuál es el estado de salud de su ala moderada?
Respuesta. Afortunadamente tenemos muchos reformistas en las filas del clero en Irán. Pienso en el ayatolá Sanei, en Bunjurd, en Yuseffi Eshkavari. Pueden tener un papel muy importante, pueden demostrar que el Gobierno está haciendo una interpretación errónea del islam.
P. Y en la dimensión política, ¿ve a los reformistas en condiciones de ganar las próximas elecciones?
R. Los reformistas deben ser mucho más firmes. Si actuaran de manera más firme, no cabe duda de que habría un cambio. Pero en Irán las elecciones no son libres. Los candidatos tienen que ser previamente aprobados por el Consejo de Guardianes, y éste censura a cualquiera que critique el Gobierno. Este poder de veto es inconstitucional. En estas condiciones, yo ni siquiera voy a votar. Pero si se lograra afirmar la inconstitucionalidad de ese poder, eso abriría la puerta a elecciones libres, al cambio.
P. Irán es un país con una población muy joven. ¿La represión del régimen está inhibiendo la voluntad de cambio entre ellos?
R. ¡Al contrario! En lugar de debilitar, fortalece. En los últimos 25 años se ha hecho mucho recorrido. Ahora estamos trabajando para recoger un millón de firmas de personas que quieran expresar su desacuerdo con la discriminación que sufre la mujer. Desafortunadamente, esa pacífica forma de protesta equivale a un "atentado contra la seguridad del Estado", según la justicia iraní. Ésa, por lo menos, es la acusación que se ha dirigido a varias activistas que recogían firmas. La justicia iraní no es independiente. Pero las detenciones no debilitan, fortalecen el movimiento feminista.
P. ¿Las sanciones contra Irán y las acusaciones de EE UU refuerzan al Gobierno en clave interna, incrementan el apoyo del que goza?
R. Ahmadineyad accedió al poder prometiendo mejorar las condiciones económicas, la calidad de vida, pero la gente es cada vez más pobre. La inflación es impresionante, se sitúa alrededor del 20%. La gente se distancia. Las sanciones empeoran la situación económica. Yo creo que un Gobierno responsable debería intentar ganarse la confianza de la comunidad internacional, si acaso paralizando temporalmente el programa nuclear. Jatamí lo hizo. Eso mejoraría las relaciones internacionales, y llevaría a levantar las sanciones.
Es la única ocasión en la que, durante la entrevista, Shirin Ebadi da la impresión de preferir una respuesta indirecta. En la conferencia de prensa anterior a la entrevista, había contestado a preguntas sobre el grado de apoyo al Gobierno de Ahmadineyad en la sociedad iraní enumerando las precarias condiciones económicas en las que versa la población. En ese momento orientó sus críticas contra la incoherencia de la política exterior estadounidense ("hasta hace 20 años, EE UU apoyaba a los grupos radicales islamistas para frenar a la URSS") y también hacia las compañías europeas. "Las empresas de la UE se olvidan por completo de los derechos humanos cuando firman contratos".
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