La Escuela Oficial de Idiomas de Valencia se cae a trozos

El viejo edificio de la Escuela Oficial de Idiomas empezó a desmoronarse el domingo por la noche. Las clases de ayer fueron suspendidas después de que varias placas de mármol se desprendieran de la parte alta de la fachada, a unos nueve metros de altura, y se estrellaran contra el suelo. Por suerte, a esas horas, alrededor de las 23.00, nadie caminaba por el número 19 de la calle del Llano de Zaidia y no hubo heridos. "Era como para que hubiese matado a alguien", afirmó un profesor que se acercó al centro.

La Consejería de Educación, titular del edificio, informó de que las clases se reanudarán hoy tras asegurar la fachada con andamios e instalar una cubierta protectora que permitirá a los alumnos entrar y salir por una puerta lateral. La primera inspección llevada a cabo por un equipo de Educación atribuyó los desprendimientos a la oxidación de los ganchos que anclaban las láminas de mármol.

Su caída se inscribe, en cualquier caso, en el proceso de deterioro general que padece la escuela, inaugurada en 1967, denunciado repetidamente por el personal y por los alumnos. "Está todo como lo dejó Franco pero 40 años después", comentaba ayer el alumno Pep Revert, de 36 años; "yo muchas veces he entrado ahí temiendo que se me cayera encima".

La Generalitat lleva anunciando su reubicación desde hace una década y el consejero Alejandro Font de Mora dijo el año pasado que la nueva sede, situada en el entorno de la Ciudad de las Ciencias, empezaría a funcionar en octubre de 2009. Las obras, sin embargo, ni siquiera han salido a licitación, lo que hace improbable el cumplimiento de ese plazo.

La Escuela cuenta con 11.400 alumnos, una tercera parte de los que intentaron matricularse este curso. A los problemas derivados de la masificación, la escasez de mobiliario básico y de materiales didácticos, los fallos en el aire acondicionado y la falta de aislamiento acústico, Comisiones Obreras añadió graves deficiencias en materia de seguridad contra incendios y evacuación en un informe que entregó a Educación en el año 2004. Ante la falta de respuesta del departamento, el sindicato trasladó el caso a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que en diciembre de 2005 requirió a la Generalitat la elaboración de planes de emergencia y planificación preventiva, que hasta hoy sigue sin redactar.El informe de CC OO sobre seguridad y salud laboral de subraya la falta de un circuito de evacuación coherente en caso de incendio. Tras destacar que los planos de evacuación son distintos en cada piso y "no se ajustan a la realidad estructural del edificio", en el apartado dedicado a las dos primeras plantas se lee: "La otra salida de emergencia cruza un aula y aboca de forma directa a un lugar sin señalización alguna y sin salida, salvo la que ofrecería un patio de luces totalmente estanco. Con lo que, en caso de emergencia, condicionaríamos al personal a trepar por los tejados cercanos, de estructura débil y antigua, cual felinos, como única vía de evacuación posible".

Los planes de actuación ante incendios cobraron ayer mayor relevancia después que ardiera la sede de la escuela oficial de idiomas de Benidorm. El edificio que comparte con la UNED, en el complejo educativo del Salt de L'Aigua, registró un fuego, al parecer intencionado, durante la madrugada del domingo al lunes, informa Sergi Castillo. Las llamas sólo afectaron al sótano, pero el humo y la ceniza, que se esparcieron por todas las dependencias, obligaron a suspender las clases, una decisión que afectó a unos 300 alumnos. Otro medio millar de personas que acuden al centro por la tarde fueron derivados a otras instalaciones. Fuentes municipales apuntaron a un acto vandálico como posible origen del suceso.

El peor curso

A los achaques que sufre la sede de la escuela en Valencia (la renovación de las ventanas lleva meses aprobada y sin ejecutarse) fuentes del centro añadieron ayer otras circunstancias que convertían a este curso en "uno de los peores" que recordaban. En septiembre, los problemas informáticos y la falta de personal (cinco de los 10 administrativos se hallaban de baja) provocaron una rebelión entre quienes aguardaban para matricularse, un proceso ya de por sí tenso debido a la escasez de plazas.

La lentitud de Educación a la hora de enviar sustitutos ha afectado también al profesorado y 70 alumnos de francés no han podido empezar las clases cuatro meses después del inicio de curso.

El PSPV calificó de "indignante" el estado del centro, "la única salida para que los valencianos estudien idiomas de forma oficial". Compromís enmarcó el caso de la escuela en el de los proyectos que el Consell publicita "sin convertirlos en realidad".