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La gasolina sube el 16% en un año, pero es de las más baratas de la UE

Los expertos pronostican más aumentos de precio por la escalada del crudo

La gasolina va a subir. Puede que no sea una gran profecía, pero tiene el valor de que, según los expertos, se va a cumplir inexorablemente. En un año, la gasolina (sin plomo de 95 octanos) y el gasóleo -el carburante más utilizado en España- han subido un 16,1% y un 20,2% respectivamente. Sin tener en cuenta los impuestos, que en España suponen más de la mitad del precio del producto, las subidas han sido del 31,7% y del 33,6%, respectivamente.

Son datos de la Comisión Europea difundidos ayer de los que se pueden extraer algunas conclusiones. Primera, que España se encuentra entre los países con carburantes más baratos, tanto en gasolina como en gasóleo, y que las subidas de precios registradas en el último año, si se eliminan los impuestos que se aplican en cada país, están perfectamente alineadas con los países de la zona euro (UE 15). En ellos, la media de subidas en 12 meses ha sido del 31,4% para la gasolina sin plomo de 95 octanos (31,7% en España) y del 32,4% para el gasóleo (33,6% en España).

Los impuestos amortiguan las subidas y bajadas debidas al petróleo

Los aumentos de precios registrados por los carburantes en el surtidor están muy alejados, tanto en España como en Europa, de las fuertes subidas experimentadas por el petróleo, la materia prima, en el último año. Frente a incrementos en el precio del barril en el último año del 70% (medido en dólares) y del 52% (en euros), los aumentos de gasolinas y gasóleos lucen contenidos, moderados. "Esos aumentos moderados se deben a la gran volatilidad del mercado", asegura un alto cargo de una petrolera que prefiere guardar el anonimato. "No se debe en ningún caso a indicaciones o sugerencias administrativas para contener la inflación", aclara la misma fuente, "sino al hecho de que las empresas apenas si tienen tiempo de adaptarse a los bruscos movimientos de precios en los mercados internacionales". En la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) la prudencia es la tónica. No hay pronóstico sobre el comportamiento de los precios en los próximos meses, aunque sí la advertencia de que los impuestos que gravan los carburantes distorsionan los efectos finales de la subida o bajada de la materia prima. En suma, los impuestos y los costes fijos de los carburantes atenúan el porcentaje de bajada cuando cae el precio del petróleo y también amortiguan la subida porcentual cuando suben los precios.

Pero en lo que prácticamente todos los expertos están de acuerdo es en que la actual separación entre los porcentajes de subida de la materia prima y del producto final se irá reduciendo. En otras palabras: habrá más subidas. Y eso es una muy mala noticia para los precios y la economía en general. Lo dice el Banco de España en su último boletín: "En España, el consumo de productos petrolíferos representa un porcentaje más elevado del gasto total de los hogares que en otros países de nuestro entorno", mientras que el menor peso de los impuestos indirectos en los precios finales de los carburantes hace que las variaciones del precio del petróleo tengan más impacto sobre la inflación.

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