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Las diez plazas de la fiscalía en Alicante se quedan vacías

Los fiscales huyen de la provincia de Alicante como destino profesional. El dato lo corrobora el resultado del último concurso para cubrir plazas vacantes del ministerio público en la Comunidad Valenciana. Todas las que se ofertaron en la provincia de Alicante (diez plazas en total) han quedado vacías, a excepción de una Elche, que en realidad ha sido un ascenso.

José Antonio Romero, fiscal jefe de la Audiencia de Alicante, reconoció ayer que en efecto este destino no había sido elegido por ningún fiscal. "Supongo que lo que les ahuyenta es el exceso de trabajo con el que saben que se van a encontrar. No se me ocurre otra explicación". Romero, en diversas ocasiones, ha reclamado medios materiales, técnicos y humanos para dotar a los distintos destacamentos del ministerio público con las herramientas mínimas necesarias para hacer frente a la enorme carga de asuntos que registra la provincia. "Esos medios están cubiertos en la actualidad, pero el volumen de trabajo es ingente en todos los partidos judiciales", precisó Romero. Actualmente, la plantilla de fiscales de Alicante es de 82 efectivos (Valencia tiene 107). Otras fuentes del ministerio público valenciano señalan que las condiciones de trabajo, el número y la preparación de los funcionarios así como las dotaciones de apoyo son sustancialmente inferiores en Alicante respecto a Valencia.

El concurso, aprobado el 29 de noviembre y publicado en el Boletín Oficial del Estado, ofertaba 3 plazas en la ciudad de Alicante, 3 en Torrevieja, 1 en Alcoi, 1 en Dénia, 1 en Benidorm y 1 en Elche. Todas ellas, excepto esta última, han quedado sin cubrir. En Valencia, se cubren las tres que se ofertaron.

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