Reyes de escaparate
Libros. Decididamente libros para los mayores y cuentos o tebeos para los pequeños. Y para todos algún juego de mesa familiar, que no precise de televisión u ordenador y amenice las tardes del fin de semana que deberemos pasar en casa. Eso he pedido en la carta para estos Reyes Magos.
Ya me até bien los machos ojeando las propuestas navideñas de los suplementos del periódico. Me sorprendió entonces las perspectivas para los que llevamos la prensa en la mano. Pero el popular paseo por el centro de la ciudad estos días remató la faena. Menudo aviso me dio la cartera al jugar a Santa Claus y pagar la típica merienda. Cuando emprendemos las subidas de enero con revisiones trimestrales hasta el próximo diciembre, la lectura estimulará la imaginación para hacerles frente. Lamentaría que lo más preciado de la Navidad se limitará sólo a mirar sus exquisitos escaparates.
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