Fomento achaca a la seguridad la apertura parcial de la A-7

El Ministerio de Fomento achacó ayer la apertura parcial del tramo de la Autovía del Mediterráneo entre Adra (Almería) y Albuñol (Granada) a razones de seguridad. "Hace meses detectamos corrimientos que afectaban a la parte alta de los desmontes y no a la autovía, pero por las últimas lluvias éstos podían afectar a la calzada y no quisimos arriesgar", explicó ayer Juan Francisco Martínez Enciso, jefe de Demarcación de Carreteras en Andalucía Oriental. Dos kilómetros y medio de los diez previstos están aún en obras por los desprendimientos y con sólo un carril en cada sentido, después de dos años y medio de retraso.

Martínez alegó que "es falsa la impresión de precipitación", ya que es preferible disfrutar de los tramos construidos hasta el momento. "Hubiese sido un error tener la carretera terminada y los coches a la espera de tener el tramo completo", apuntó. El incremento del presupuesto de la obra desde los 84 millones hasta un total de 115,6 millones ha producido que cada uno de los diez kilómetros y medio de firme haya costado 11 millones de euros, cuando la media nacional es de 4,5 millones.

Pedro Ferrer, representante del Colegio Nacional de Ingenieros de Caminos en Granada, recordó los problemas del litoral granadino que han encarecido el precio del kilómetro construido incluso hasta los 15 millones en ciertos tramos cercanos a Almuñécar: "El litoral es un desastre geológicamente debido a Sierra Nevada y es normal que se encarezca la obra". Para Pérez, la complejidad del terreno en la costa justifica los continuos retrasos y aumentos de presupuesto: "Sería carísimo disfrutar de un grado de confianza completo. Los parámetros habituales se disparan en un terreno tortuoso y plagado de fallas, y los precios serían prohibitivos y fuera de cualquier presupuesto racional", consideró.

La Subdelegación del Gobierno en Almería negó ayer en una nota los deslizamientos y aseguró que el cierre se debió a la necesidad de "modificar" los taludes.