La huelga de asistencia domiciliaria en navidades pende sobre 10.000 personas

Las auxiliares de asistencia a domicilio vizcaínas han decidido rebelarse ante unas condiciones laborales marcadas por jornadas interminables, la eventualidad y los sueldos inferiores a los mil euros. Lo van a hacer durante los días más señalados de las fiestas navideñas, Nochebuena y Nochevieja, además de convocar paros parciales del 2 al 4 de enero. En Vizcaya 1.500 trabajadoras prestan servicio a 10.000 personas dependientes.

Tienen que estar disponibles de 6 de la mañana a 10 de la noche y en un día realizan hasta cuatro servicios con sus respectivos desplazamientos, pero sólo cobran por las 30 horas de trabajo efectivo. Ante esa situación, los sindicatos CC OO, UGT y LAB han llevado a las puertas de la Diputación de Vizcaya, que es quien contrata con sus empresas, la reclamación de "un convenio digno".

Las centrales no aceptan la condición que la patronal exige para firmar el convenio: la fijación de la jornada laboral anual. En vez de establecer una jornada de 30 horas semanales, se fijaría la dedicación total anual, distribuida con mayor flexibilidad. Supondrá "estar un mes mirando y al siguiente con sobrecarga de trabajo", y las 24 horas disponibles para la empresa, opinan las sindicalistas de LAB y CC OO, Begoña Núñez y Carmen Macho. Además, las empresas quieren desarrollar una fórmula específica para contratar a personal temporal. "Choca con lo regulado por ley", alega Macho.

El colectivo reclama también una subida salarial "digna", equivalente a la del resto de trabajadores de los ayuntamientos. Una contratada a tiempo completo gana en torno a 950 euros. Además, critican que no se paguen los desplazamientos y la disponibilidad, y solicitan que no pase más de una hora entre servicios.

Las convocantes prefieren no estimar el seguimiento que tendrán los paros y descartan llegar a un acuerdo que los evite. Convocarlos en navidades dará más repercusión a sus demandas, pero rechazan que perjudiquen más a las personas a las que atienden que cualquier otro día. "No genera alarma como las huelgas de limpieza en los colegios, y la patronal ni ha leído nuestras reivindicaciones", se lamenta Fina González, de UGT. Macho tampoco es optimista: "Estamos en un conflicto continuo. Sólo pedimos un esfuerzo institucional para regular nuestro trabajo".

Núñez afirma que el hecho de que las instituciones deriven a empresas privadas la gestión de la atención a domicilio ha contribuido a "precarizar" su actividad, porque sólo cumplen las condiciones mínimas "para abaratar costes". Además, critican que la eventualidad afecta a la mayoría de las trabajadoras.

En un año en el que la aprobación de la Ley de Dependencia ha sido el proyecto estrella del Gobierno central, las trabajadoras exigen que se reconozca su función. "Atendemos a personas mayores, discapacitadas, drogodependientes, familias desestructuradas... Somos el parche de los problemas sociales", defiende Fina González. "Dicen que somos el pilar base de la ley, pero no se ha aprovechado la misma para regular el sector. ¿Quién nos cuida a las cuidadoras?", pregunta Macho.