El voto emigrante divide de nuevo al bipartito y enfrenta a Touriño y Feijóo

El voto emigrante volvió ayer a dividir a los socios del Gobierno bipartito, esta vez en medio de un debate parlamentario sobre el reciente viaje del presidente de la Xunta a Cuba y México en el que, además, Emilio Pérez Touriño y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se acusaron mutuamente de mentir sobre el reconocimiento de la nacionalidad a los nietos de los emigrantes.

Aymerich afirma que los viajes del presidente están "bajo sospecha"

El primero en manifestar su discrepancia fue el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, en un hemiciclo en el que era visible la ausencia del vicepresidente Anxo Quintana y de todos los conselleiros nacionalistas, en contraste con la presencia de los del PSdeG. El representante del Bloque afirmó que por muy escrupuloso que haya sido el comportamiento del Touriño durante su viaje, que no puso en duda, la presencia institucional del presidente en América estará siempre "bajo sospecha" mientras no se resuelva la cuestión del voto de los emigrantes.

El portavoz socialista, Ismael Rego, fue quien se ocupó de responder a Aymerich, después de conversar brevemente con Touriño, que esta vez evitó el cuerpo a cuerpo con el representante del Bloque. Rego recriminó al BNG su voluntad de vincular siempre el debate sobre el voto emigrante a los viajes de Touriño y recordó que la ponencia que debía impulsar la reforma se bloqueó porque los nacionalistas dejaron de participar en ella.

La disidencia del Bloque permitió a Alberto Núñez Feijóo ilustrar un nuevo capítulo en el libro de las discrepancias del Gobierno bipartito. Y aunque hizo expresamente una evaluación positiva del reciente viaje a Cuba y México (a diferencia del que realizó a Argentina y Uruguay), Feijóo hizo responsable al presidente de dos incumplimientos: los emigrantes no podrán votar en urna en las elecciones generales del 9 de marzo y sus nietos no tendrán derecho a la nacionalidad española porque la modificación legal incluida en la Ley de la Memoria Histórica sólo es de aplicación, afirmó, a los nietos de los exiliados.

Touriño lamentó que los partidos cedan siempre a la tentación de "utilizar políticamente" la agenda internacional de la Xunta y criticó expresamente a Feijóo por haber acudido a América como "asistente" de Mariano Rajoy con el único fin de criticar la situación de Galicia. "No tuvo el cuajo de viajar como representante de la oposición de Galicia", subrayó.

El líder del PP gallego, añadió Touriño, mintió además sobre la nacionalidad de los nietos. "Se inventa bulos y no tiene el coraje de contar la verdad". Por eso "empiezo a comprender por qué el presidente de la Diputación de Ourense cree que necesita un año de fogueo", ironizó.

La disputa sobre la nacionalidad de los nietos se alimenta de la ambigua redacción de la disposición adicional que regula esta cuestión en la ley de la Memoria Histórica. El punto primero reconoce el derecho a optar a la nacionalidad a las "personas cuyo padre o madre hubiese sido originariamente español" y, según la interpretación de los impulsores de la ley, eso incluye a la mayoría de los nietos de los emigrantes, cuyos padres o madres, como hijos de españoles, eran "originalmente españoles", aunque en muchos casos se viesen forzados a renunciar al pasaporte para poder trabajar en sus países de acogida.

La confusión se incrementa por culpa del punto 2 de la misma disposición, que reconoce específicamente ese derecho a los nietos de los exiliados y que fue incorporada a la ley en el último momento. No obstante, fuentes socialistas afirman que es perfectamente viable interpretar "exilio" en términos muy abiertos y subrayan que, en todo caso, la voluntad del legislador sigue siendo inequívocamente aplicar el reconocimiento de la nacionalidad a todos los nietos, los del exilio político y los de la emigración económica.