El jefe y Doña Manolita
Dos colas rivalizaban ayer en la Gran Vía madrileña. Y en ambas se compraba algo parecido a la felicidad. La de la administración de lotería Doña Manolita es una tradición navideña. La otra se forma cada vez que Bruce Springsteen viene a dar un concierto. Ayer se vendían las del próximo 17 de julio en Madrid -dentro de una gira que recalará en San Sebastián (15) y Barcelona (19 y 20)-.
Javier y Yolanda, dos camareros de vacaciones, llegaron a las 8.00 a las puertas de la Fnac. "No queríamos que pasase lo de la última vez, que estuvimos toda la mañana intentado comprar las entradas en la Red pero el sistema estaba caído", decían bajo la lluvia. Si ayer la opción virtual funcionó, según la promotora, la larguísima cola fue un valor lento pero seguro. Alberto Fernández, que pidió el día libre, esperó seis horas. Con su entrada podrá asistir a la vuelta de la música al Santiago Bernabéu. El 15 de julio de 1987, U2 fue el último grupo de rock que pisó el estadio. Sólo Bruce podía volver a llenarlo. Casi 21 años después. Cuando nadie se acuerde de Doña Manolita.
Babelia
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