Libros gratis para el colegio

La gratuidad de los libros de texto puede ser una realidad en Cataluña a partir del curso próximo. Los beneficiados serían los alumnos de centros públicos y concertados que cursan Primaria y Secundaria obligatoria. El Departamento de Educación de la Generalitat está negociando con los editores hacerse cargo del coste de los libros que ahora pagan las familias (véase EL PAÍS del 10 de diciembre pasado).

La gratuidad supondría un mínimo de 60 millones de euros anuales para las arcas de la Generalitat, según cálculos de la Administración. El Gobierno catalán quiere que sea universal. Los editores están dispuestos a avanzar en cuatro años hacia la gratuidad para que la Generalitat la asuma progresivamente. Los primeros beneficiados, de acuerdo con la propuesta del sector editorial, serían los que cursan los dos primeros cursos de Primaria y el primero de Secundaria. Pero la Generalitat tiene la última palabra y está analizando lo que han hecho otras comunidades autónomas que ya han iniciado la gratuidad y que en su mayoría la han introducido paulatinamente.

Las comunidades de Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha han introducido la gratuidad y la reutilización de los libros de texto de primaria y secundaria

Las asociaciones de padres instan a la Generalitat a usar más los métodos informáticos y a la gratuidad de los soportes audiovisuales

Los editores y el Gobierno de la Generalitat han tenido varias reuniones y confían en cerrar un acuerdo en pocas semanas. Las dos partes negocian fijar un paquete mínimo de libros al que tendría derecho cada alumno con cargo a fondos públicos. Los editores señalan que la calidad del libro de texto no debería sufrir merma en esta nueva etapa. Educación ha planteado que, además de los libros, debe abrirse el camino a nuevas herramientas informáticas que ya tienen presencia en los centros y lo tendrán más en el futuro. Los libreros, por su parte, señalan que hay que vigilar que el precio no se desvíe después de que se hayan liberalizado este año.

Las asociaciones de padres de alumnos también instan a la Generalitat a que en esta nueva etapa se potencie también la gratuidad de los nuevos métodos de aprendizaje con soportes audiovisuales. El presidente de la asociación de madres y padres de alumnos Fapac, Walter García, cree que no sería bueno dar una ayuda a las familias sin más, "sino pensar qué libros y qué otros materiales se necesitan y que todo ello vaya vinculado a lo que necesitan los centros. Hoy, además de libros, hay materiales informáticos que deben potenciarse", subraya el presidente de Fapac.

"Lo ideal es que la gratuidad sea para todos desde el primer año. Nosotros así lo planteamos, pero entendemos que tiene un alto coste y que se puede ir haciendo de forma gradual", añade García.

Desde la asociación de padres de alumnos de secundaria Fapaes, su presidente, Pere Farriol, dice: "La mayor parte de las comunidades que han adoptado la gratuidad, lo han hecho poco a poco. Nosotros pedimos que si la gratuidad se hace gradualmente por motivos de coste presupuestario, los alumnos que no tengan derecho a ella desde el primer año puedan seguir beneficiándose de la reutilización de los libros".

En las autonomías que han puesto en marcha la gratuidad, las ayudas para libros de texto oscilan desde cerca de 100 euros por alumno hasta unos 150, según indican datos de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA).

Las fórmulas para hacer posible la gratuidad son variadas. Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha, las tres gobernadas por el PSOE, tienen sistemas parecidos de gratuidad. Los estudiantes reciben gratis los libros, pero deben devolverlos al acabar el curso para que los puedan usar otros alumnos. CEAPA informa de que Andalucía ha implantado la gratuidad en Primaria y los dos primeros cursos de Secundaria.

En Castilla-La Mancha, pionera en la reutilización, las familias reciben un vale de su escuela o instituto para comprar libros que deben devolver al final curso a sus centros.

Asturias, también gobernada por los socialistas, opta por ayudas directas a las familias con ingresos inferiores a 60.000 euros, lo cual garantiza ayudas casi universales, señalan los datos de CEAPA. Una fórmula distinta es la de Cantabria, presidida por el regionalista, Miguel Ángel Revilla, donde las familias disponen de 100 euros en Primaria y 150 en Secundaria.