Argel reconoce haber "bajado la guardia" ante el terrorismo
El ministro de Interior de Argelia, Yazid Zerhouni, hizo ayer una confesión sorprendente 24 horas después de que sendos atentados suicidas ensangrentaran la capital: se "bajó la guardia y eso fue aprovechado por los grupos armados".
Zerhouni hizo esta declaración en la radio pública, pero a continuación no dimitió como máximo responsable de la seguridad. Intentó, más bien, disculpar a la policía por su negligencia: "Colocar una bomba es la acción terrorista más fácil [de perpetrar] y más difícil de impedir".
La policía sabía, sin embargo, reconoció Zerhouni, tras redadas de abril, "que edificios como el Consejo Constitucional estaban entre los objetivos del grupo" armado, pero no los protegió eficazmente.
Los dos coches bomba que estallaron el martes en Argel ante la sede del Constitucional y el edificio que alberga a varias agencias de la ONU causaron, según un último balance oficial, 31 muertos, mientras que 33 heridos permanecían ingresados. Interior difundió la lista nominativa de las víctimas mortales.
Entre los fallecidos hay 11 empleados -cuatro de ellos extranjeros- de tres agencias de la ONU (ACNUR, PAM y PNUD). Las dos primeras se dedican a ayudar a los refugiados saharauis. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que se revisarán las medidas de seguridad.
Exageración inmoral
La cifra oficial de muertos divide por dos las que dieron, el martes, la agencia de prensa británica Reuters (67) y la francesa AFP (62) citando fuentes hospitalarias. "Observamos que los medios de comunicación extranjeros amplifican el número de víctimas", se quejó el primer ministro, Abdelaziz Beljadem.
Argelia, continuó Beljadem, no tiene ningún interés en esconder sus víctimas. Tachó de "inmoral" la actuación de aquellos que abultan el balance. El diario El Watan aseguró ayer que el número de fallecidos se elevaba a 72.
Tanto Beljadem como Zerhouni recorrieron los escenarios de los atentados, visitaron a heridos y efectuaron declaraciones en medios audiovisuales. El presidente Abdelaziz Buteflika no aparece, a diferencia de lo que sucedió tras el atentado de Batna, en septiembre. En contra de sus costumbre, la radio pública Chaîne III abrió sus micrófonos a sus oyentes y éstos no cejaron de preguntarse sobre los motivos de su ausencia.
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