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El aeropuerto de Sabadell pierde la categoría y se convierte en aeródromo

Nadal afirma que las instalaciones de Lleida-Alguaire funcionarán en un año

Cataluña tendrá, algún día, siete aeropuertos: Barcelona, Girona y Reus, que ya operan. El de Lleida-Alguaire, en construcción, estará en funcionamiento antes de finalizar el año próximo, según afirmó ayer el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal. El de La Seu-Andorra debe estar terminado en tres años. El plan de aeropuertos, que hoy sale a información pública, incluye el sexto, entre Tortosa y La Aldea, aunque para éste no hay fecha. El séptimo, en cambio, definido como "corporativo o empresarial" saldrá a concurso en breve. Deja, en cambio, de ser aeropuerto el de Sabadell, que ahora no sólo es aeropuerto, sino que es de "interés general", lo cual impide que, de momento, sea transferido a la Generalitat. Se convertirá en aeródromo.

El Gobierno catalán podía haber optado por colocar el aeropuerto corporativo en el mapa, pero ha preferido ofrecerlo para que los ayuntamientos lo soliciten. Se ubicará en el entorno del área metropolitana de Barcelona, con un radio máximo de 80 kilómetros.

Además de estos aeropuertos, Política Territorial ha diseñado la situación de siete nuevos aeródromos, que se sumarán a los siete ya existentes, en algunos de los cuales se abordarán reformas a fondo como es el caso del de la Cerdanya.

¿Muchos aeropuertos?, se preguntó ayer a Nadal tras anunciar el de Tortosa, a escasos 100 kilómetros del de Reus, que hoy por hoy es deficitario. "Nada de eso", replicó el consejero. En su opinión, Cataluña tiene menos instalaciones aeroportuarias de las necesarias, incluyendo aeropuertos y aeródromos. La diferencia es que los primeros están, básicamente, dedicados al transporte de pasajeros y mercancías, mientras que los aeródromos se utilizan para avionetas, escuelas de aprendizaje, aviación deportiva, etcétera, y disponen de pistas muy diferentes que no admitirían vuelos de amplio espectro.

El consejero dio por hecho que Sabadell, Reus y Girona serán transferidos a la Generalitat en esta legislatura (catalana) y que para el de Barcelona se formará un consorcio en el que tendrá "papel determinante" el Gobierno autónomo. Los aeropuertos catalanes serán propiedad de una empresa holding y de las administraciones locales, incluyendo cámaras de comercio. Cada aeropuerto decidirá su forma de gestión, que puede ser pública, privada o mixta.

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