El dúo Stars of the Lid cierra el Festival Sinsal en Vigo

"La mejor programación de las cinco ediciones del Festival Sinsal", según el balance de uno de sus impulsores, Xulio Gómez, concluyó el pasado viernes en Vigo con el concierto ofrecido por los estadounidenses Stars of the Lid. El salón de actos del Museo de Arte Contemporánea se quedó pequeño para el público que esperaba esta cita en la que también colaboró otro de los acontecimientos culturales vigueses que apuesta por las creaciones contemporáneas, el Festival Alt de danza y teatro.

Concebido como una sinfonía en tres tiempos y un epílogo, el concierto discurrió como un continuum sonoro de casi hora y media, que sumió a los espectadores en una escucha plácida desarrollada prácticamente a oscuras, con la tenue iluminación emanada de las proyecciones que formaban parte del espectáculo, y que por momentos fue algo más que una invitación al sueño. A los mandos de sus guitarras y sus computadoras, los dos componentes de Stars of the Lid parecían gobernar el rumbo de una nave espacial sorteando nebulosas galácticas y laberintos típicos de los videojuegos de los ochenta. Los instrumentistas invitados (cello, viola y violín) aportaron el empaque de la música clásica a la escena y argumentos estéticos de gran belleza, todo con mucha contención. Sólo se salieron del guión cuando, una vez concluido el recital, la banda sopló las velas de la tarta de cumpleaños de una de sus integrantes, mientras el público coreaba Cumpleaños Feliz.

A lo largo de esta quinta edición, el ciclo demostró mantener firme su apuesta por atraer a Vigo propuestas de arte sonoro y musical de vanguardia desde su inicio, la pasada primavera, con nombres como el poliédrico Bonnie Prince Billy, Baby Dee y Little Annie, ambas en la órbita de Anthony and the Johnsons, White Magic o Bluviolin, el nuevo proyecto de la violinista Rebecca Moore. De latitudes lejanas llegaron los cantos difónicos de los Huun Huur Tu y el rock sinfónico de Acid Mothers Temple. La guinda la puso el cantautor inglés David Thomas Broughton, que ejecutó con gracia y gestualidad de mimo una performance humorística.

Los nueve conciertos de este año congregaron a unos 2.500 espectadores. Para sus organizadores, en esta edición ha sido muy importante la extensión de algunas citas al Salón Teatro de Santiago. "De los tres conciertos de este año en Santiago, en 2008 vamos a pasar a cinco, lo que va a ayudar a consolidar el Festival Sinsal en esa ciudad", avanza Luis Campos.