Mayor, mediano y benjamín

En la sociedad del entretenimiento, y con la ayuda de los ordenadores, todo se mide y compara. La Universidad de Oslo ha analizado los coeficientes intelectuales de 250.000 soldados y ha concluido que los primogénitos son más inteligentes que sus hermanos. Hace muchos años que los psicoanalistas y otros teóricos del alma humana, como los literatos, habían avanzado hipótesis sobre la influencia del orden del nacimiento en el carácter e inteligencia de las personas.

Al mayor se le han atribuido tradicionalmente rasgos de responsabilidad, relacionados a veces con una mala conciencia que le hace sentirse culpable de todo. El pequeño suele ser el más consentido, pero también el más encantador y el encargado de mantener los lazos familiares (felicitar los cumpleaños, convocar reuniones de todos). Y el mediano hace lo que puede con su indecisión.

La novedad es que ahora se quiere dar fundamento estadístico a esas hipótesis y, por ejemplo, se señala que la mitad de los presidentes de Estados Unidos han sido primogénitos, al igual que 21 de los 23 primeros astronautas de ese país. Es posible que pronto sea imposible seguir haciendo estas encuestas por falta de material: en Francia, por ejemplo, el 50% de sus habitantes no tiene hermanos ni hermanas.

El afán clasificatorio con ayuda de Google ("la araña en la tela", según el lacaniano J. A. Miller) puede provocar sorpresas como la que se llevó el economista Xavier Sala i Martín cuando descubrió que la mayoría de los jugadores del Barça habían nacido en los primeros meses del año.

Decidió investigar el asunto y (según contaba en un artículo publicado en enero pasado) comprobó que lo mismo ocurría en otros equipos, y que las diferencias eran aún mayores en categoría juvenil. La explicación que encontró fue que, dado que la asignación a una u otra categoría se establece por año de nacimiento, los nacidos a comienzos de año son más maduros y fuertes que los de su misma categoría nacidos a finales, lo que, en la edad en que se forman los jugadores, es decisivo. Y esa ventaja inicial les da más oportunidades de triunfar.