"Confío en que la crisis de Kosovo no se contagie a Bosnia"

Desde el pasado martes y por un año, el general de división Ignacio Martín Villalaín -bilbaíno nacido en Burgos en 1947- es el jefe de la Operación Althea, la más importante de la Unión Europea, cuyo objetivo es consolidar la frágil estabilidad de Bosnia-Herzegovina, devastada por la guerra de 1992-1995. Aunque otros generales españoles le precedieron al frente de contingentes multinacionales (Ortuño en Kosovo y Álvarez del Manzano en Macedonia) es la primera vez que España como país asume el mando de una misión y, por eso, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, viajó a su toma de posesión, aunque el mal tiempo le impidió aterrizar. "No es raro", explica por teléfono Villalaín desde Sarajevo, "yo encontré cerrado el aeropuerto y tuve que viajar por carretera desde Belgrado".

España se estrena en Sarajevo al mando de una misión internacional

Pero las peores tormentas que amenazan la región no son las meteorológicas, sino la que puede desatarse si Kosovo declara unilateralmente su independencia a partir del próximo lunes, cuando concluye el plazo para lograr un acuerdo con Serbia.

Pregunta. ¿Teme el efecto contagio en Bosnia de la independencia unilateral de Kosovo?

Respuesta. Por las informaciones de que dispongo, confío en que no sea así. Al menos, espero que la crisis no pase del terreno estrictamente político.

P. La UE ha reducido sus efectivos en Bosnia-Herzegovina de unos 6.000 a sólo 2.500, incluidos 322 españoles ¿no ha sido una decisión prematura?

R. Creo que no. Se ha hecho porque la situación lo permite y, también, porque es conveniente que este país vaya volviendo poco a poco a la normalidad.

P. Si se agrava la situación en Kosovo, sus tropas deberán acudir a reforzar a las de la OTAN ¿no supondrá eso desguarecer Bosnia en el peor momento?

R. El batallón de Sarajevo es la reserva táctica de Kosovo y sería el primero en acudir, pero sólo por tiempo limitado, hasta que llegara la reserva estratégica.

P. ¿Tiene previsto poner en alerta a sus tropas el lunes?

R. Seguiremos con nuestra rutina, lo que no quiere decir que no estemos atentos.

P. Pese a los avances, aún no se ha logrado la plena integración de musulmanes, croatas y serbios en Bosnia.

R. Es la parte más difícil y tendrán que pasar muchos años antes de que cicatricen las heridas.

P. Quizá ayudaría la captura de criminales de guerra como Karadzic y Mladic. ¿Ya han renunciado a detenerlos?

R. En absoluto. La primera responsabilidad es de las autoridades locales, pero nosotros les ayudamos. El número de criminales de guerra se ha reducido y estoy seguro de que antes o después también ellos acabarán siendo detenidos.

P. En Bosnia hay ya una generación que no ha vivido la guerra. ¿Eso es bueno?

R. Es bueno, pero tampoco es malo que haya mucha gente que aún la recuerde. La mayoría quiere mirar adelante y el ingreso en la UE es su horizonte.