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Una crisis en la cúpula del partido socialista marroquí amenaza la estabilidad del Gobierno

El líder del partido y su adjunto, forzados a dimitir

La crisis ha tardado en estallar, pero se ha llevado por delante a la cúpula del partido socialista marroquí (USPF) y amenaza la estabilidad del Gobierno de coalición formado en octubre por el primer ministro Abbas el Fassi. El líder socialista, Mohamed el Yazghi, de 72 años, dimitió el lunes "para preservar la unidad del partido" y a continuación lo hizo su adjunto, Abdelwahed Radi. El buró político les obligó a elegir entre seguir desempeñando responsabilidades en el partido o continuar en el Gobierno como ministro de Estado sin cartera y titular de Justicia, respectivamente. Ambos optaron por mantenerse en el Gobierno.

Yazghi y los otros cuatro ministros socialistas carecen ahora de legitimidad política, según recalcan varios diarios, empezando por el islamista At Tajdid. "En consecuencia un reajuste de Gobierno es muy probable", vaticina Annahar el Magrebia.

El Ejecutivo de Abbas el Fassi, el líder del partido nacionalista Istiqlal, no dispone de una mayoría en la Cámara de Representantes (Cámara baja) y el respaldo socialista le resulta imprescindible. Un congreso socialista, a principios de 2008, debería zanjar si se mantiene el apoyo.

La crisis socialista tiene su origen más inmediato en el resultado de las elecciones legislativas de septiembre. Retrocedieron del segundo al quinto puesto por número de escaños (38 de un total de 325 diputados). Yazghi reconoció entonces que este desenlace causaba "gran preocupación" entre la militancia.

Apoyo crítico

Amplios sectores del partido se inclinaron, a principios del otoño, por incorporarse a la oposición para llevar a cabo la "refundación ideológica" del socialismo marroquí, pero Yazghi, empeñado en mantenerse como ministro, les arrastró hasta meterles en el Gobierno. Aceptaron a cambio de brindar al Ejecutivo un "apoyo crítico". Yazghi obtuvo un ministerio sin cartera, pero que le da derecho a seguir disfrutando del coche oficial y a sentarse en los consejos de ministros. Fundado en 1959 por Mehdi Ben Barka -asesinado en 1965 por esbirros de Hassan II-, el partido socialista marroquí desarrolló una oposición radical hasta mediados de los setenta. A finales de los noventa se convirtió en la primera fuerza política y en 1998 Hassan II encargó al que era su líder, Abderramán Yussufi, la formación de un Gobierno de alternancia que duró hasta 2002, cuando ya reinaba Mohamed VI. Yussufi, que dimitió de su cargo en 2003, se ha mostrado decepcionado por esa experiencia que no trajo la democracia a Marruecos. Desde entonces los socialistas padecen marginalización y pérdida de influencia, y numerosos militantes se dan de baja del partido.

[El titular de Justicia marroquí, Abdelwahed Radi, declaró ayer que su país "se orienta paulatinamente hacia la abolición de la pena de muerte" pero no se atrevió a dar una fecha para su supresión. Radi recordó, en un seminario en Meknes, que desde 1973, 133 personas han sido condenadas a la pena capital pero sólo dos han sido ejecutadas, la última hace 14 años].

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