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Medio Ambiente cerrará pozos ilegales del acuífero de Doñana

Un plan quiere acabar con las explotaciones agrarias en el entorno del parque

La zona Norte de Doñana ha sufrido durante años la presencia de numerosas explotaciones agrícolas irregulares dedicadas, en su mayoría, al cultivo de la fresa. La organización ecologista Adena calcula que hay más de 1.000 pozos ilegales que captan agua para el regadío del sobreexplotado acuífero 27, el único de Doñana.

El hecho había sido denunciado repetidas veces por asociaciones ecologistas, que reclamaban una ordenación. Incluso los propios agricultores esperaban un plan que aclarase la situación de sus cultivos. Para ello, las consejerías de Medio Ambiente, Agricultura y Obras Públicas presentaron ayer el Plan Especial de Ordenación de las Zonas de Regadíos, que se plantea, entre otras cosas, el cierre de pozos irregulares, aunque algunos podrían ser legalizados.

El plan ha sido pactado por la Junta con los ayuntamientos, los grupos ecologistas y las asociaciones agrarias. El objetivo es dar racionalidad al entorno de unas 66.000 hectáreas de terreno (de los términos de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado), en las que abundan distintas irregularidades.

Adena calcula que 2.347 hectáreas de cultivos están en suelos forestales públicos, y otras 450 dentro de la Red Natura 2000. Estos espacios, junto con el millar de pinchazos ilegales que se han producidos en el saturado acuífero 27, se evaluarán para decidir qué se hace con ellos.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, dijo ayer que va a empezarse a trabajar para "contar con una radiografía que marque el camino a seguir para legalizar las explotaciones agrarias que sean posible y reubicar las que no puedan seguir en esta zona".

Adena recuerda que, a principios de los noventa, ya se reubicaron unas 1.000 hectáreas de fresón en el Rocío por su impacto sobre el acuífero. La misma organización calcula que una extensión similar podría ser reubicada en esta ocasión. Por su parte, la organización agraria Coag estima que un 84% de las explotaciones del entorno de Doñana que no cuentan con sus preceptos legales actualmente serán regularizadas con la aplicación del Plan Especial

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A pesar de que ayer se dijo que la Junta fijaría en dos meses la reubicación de los cultivos afectados en Doñana, fuentes ecologistas calculan que en menos de dos años esa tarea no se va a concretar. Coves garantizó que aquellas explotaciones que tengan que abandonar su actual ubicación y trasladarse, contarán con el compromiso de la Junta de "dotarlas de electricidad y agua para que puedan continuar con su actividad".¿Y de dónde vendrá este agua? Teniendo en cuenta que el caudal subterráneo proveniente del acuífero 27 se va a ver restringido para garantizar su propia preservación, la solución se encuentra en las aguas de escorrentía o de superficie.

Para ello será clave, además de una política de ahorro de agua, el futuro trasvase de cinco hectómetros cúbicos desde la cuenca atlánticas andaluzas a la del Guadalquivir. Esta actuación se realizará gracias al acuerdo de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), las tres consejerías de la Junta, los ayuntamientos, los grupos conservacionistas y los agrícolas.

Otras iniciativas para beneficiar el regadío en la provincia son la construcción de la futura presa de Alcolea, las obras de ingeniería hidráulica destinadas a los regantes de la zona del Fresno (Moguer, Lucena y Bonares) y el canal de Trigueros.

Lo que hay detrás de todo el plan presentado ayer es garantizar una explotación agrícola sostenible en un espacio tan delicado como el de Doñana y evitar el expolio del acuífero del parque.

Este logro supondría además, un factor añadido de calidad para productos como la fresa, la frambuesa o el arándano. Así lo afirmó el consejero de Agricultura Isaías Pérez Saldaña. "Los mercados europeos en los que la fresa se distingue como un producto de calidad, también exigen una sostenibilidad y buenas prácticas en su producción, con lo que se evitarán campañas indeseables que, en este sentido, han llevado a cabo competidores, debido a que la fresa necesita a Doñana, pero ésta también necesita de la sostenibilidad de una agricultura respetuosa".

Ya hay supermercados, sobre todo europeos, que exigen una garantía que certifique los productos, como por ejemplo la fresa, no hayan sido regados de fuentes ilegales de agua.

La organización ecologista Adena, que se ha caracterizado a lo largo de estos años en su lucha contra las explotaciones agrícolas irregulares en el entorno de Doñana, felicitó ayer, a través de una nota de prensa, a la Junta de Andalucía y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por el acuerdo alcanzado. "Aplaudimos el inicio de este plan de reordenación en Doñana, que supone una apuesta decidida por acabar con las irregularidades cometidas durante las últimas décadas", afirmó Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF/Adena

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