La amnesia de los GRAPO sobre el secuestro de Cordón

Todo sigue igual. O peor. En 1998, durante el primer juicio por el secuestro de Publio Cordón, el jefe del comando central de los GRAPO, Enrique Cuadra Echeandía, reconoció que en 1995 un comando compuesto por él mismo, José Ortín, Fernando Silva Sande y Concepción González secuestró al empresario zaragozano. Añadió Cuadra que liberaron a Cordón el 17 de agosto de ese año en Barcelona, después de que la familia pagase 400 millones de pesetas.

Ayer, sin embargo, en el segundo juicio por el mismo hecho -esta vez se juzga a Fernando Silva Sande (el grapo que teóricamente liberó al empresario), así como a los máximos responsables políticos del grupo, Manuel Pérez Martínez, Camarada Arenas, e Isabel Llaquet- nadie admitió nada. Ni pertenecer a los GRAPO, ni el secuestro, ni nada. Silva Sande, durante este tiempo, ha sido expulsado de la organización terrorista, por lo que busca su propia salida personal y lo niega todo.

Pérez Martínez, que desde hace más de 30 años es el jefe máximo -el enfervorizado saludo del grapo Ortín ayer al entrar en la sala fue más que evidente-, rechaza sistemáticamente cualquier relación con los GRAPO o sus acciones armadas. Llaquet, compañera sentimental de Pérez Martínez, mantuvo la misma línea.

Entra dentro de la lógica, porque les piden 27 años de prisión por delito de detención ilegal con desaparición a cada uno, lo mismo que en 1998 correspondió a Cuadra, Ortín y González.

Pero ayer, además, declararon éstos en calidad de testigos, y únicamente Cuadra, como en 1998, dijo que participó en la decisión de secuestrar a Cordón. De lo demás no recordó nada, ni tampoco sus compañeros. Ni conocía a Silva, del que había dicho en 1998 que fue el encargado de la liberación de Cordón, ni tampoco a los otros.

Preguntado expresamente si Silva participó de alguna manera en el secuestro de Cordón, respondió: "No lo recuerdo". Lo que sí recordó es que en diciembre de 1996 mantuvo -junto con Fernando Hierro Chomón y Joaquín Brotons Beneyto- una negociación con el Gobierno de José María Aznar (Jaime Mayor Oreja era ministro del Interior). Aseguró que les pidieron conversaciones en las que en su fase final habría negociaciones políticas. Les reclamaron una prueba de la liberación de Cordón y ellos entregaron una carta mecanografiada con los detalles de la liberación del empresario, firmada por Silva Sande.

En 1998, Cuadra no quiso identificar a Silva Sande como firmante de la carta porque estaba "operativo". Ayer, después de haber sido expulsado de la banda terrorista, tampoco.

Así que, lejos de conocer el paradero de Publio Cordón, las expectativas aparecen más oscuras que nunca.

El juicio finalizará hoy con los testimonios de la esposa de Cordón, así como la hija y el yerno del empresario zaragozano, que pagaron el rescate.