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Un hombre ocupa una sede electoral de Clinton bajo amenaza de bomba

El agresor tomó a varias personas como rehenes, pero finalmente se entregó

Yolanda Monge

Un hombre que dijo tener una bomba atada al cuerpo entró ayer en la oficina de campaña de Hillary Clinton en Rochester (New Hampshire) y reclamó hablar con la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos después de tomar a varios empleados como rehenes, según informó la policía. La aspirante a la Casa Blanca no se encontraba en el lugar cuando se produjeron los hechos, sino en su residencia de Washington. Cuatro horas después, el individuo se entregó a la policía. Tras conocer la noticia, Clinton suspendió inmediatamente su asistencia a un acto del Comité Nacional Demócrata en Viena (Virginia).

El portavoz de la policía de New Hampshire, Michael Hambrook, informó de que el detenido es Leeland Eisenberg, un hombre blanco de unos 40 años y con antecedentes de desequilibrio mental. El secuestrador tomó inicialmente cuatro rehenes, si bien dejó salir al poco rato a una mujer y a su hijo, de pocos meses de edad. Pasadas dos horas, y tras la mediación de un experto policial en este tipo de situaciones, dejó salir a los dos rehenes restantes que permanecían con él, según informaron medios locales.

Nada más conocerse la noticia de que un individuo había entrado en la oficina de campaña de Clinton, las oficinas de los candidatos presidenciales demócratas Barack Obama y John Edwards fueron evacuadas como medida de precaución. También se desalojaron las escuelas. Según el relato de testigos, al entrar, el secuestrador hizo tumbarse en el suelo a las personas que estaban en el local y dejó marcharse de inmediato a una madre y su bebé.

"Un hombre acaba de entrar en la oficina de Clinton, se ha abierto el abrigo y nos ha enseñado una bomba pegada a su pecho con cinta adhesiva. Llamen a la policía", dijo la primera mujer liberada.

El Servicio Secreto, la policía responsable de la seguridad de los presidentes, estuvo en todo momento al frente de la situación. Un equipo de negociadores entró en contacto con el secuestrador, que no empleó en ningún momento la violencia, según diversas informaciones. La policía mantuvo acordonada la zona y tomó posiciones con hombres armados en puntos estratégicos.

Lo sucedido ayer en Rochester creó en seguida una sensación de pánico en una campaña electoral ya de por sí muy tensa. Periodistas y miembros de las campañas temían ayer que este episodio aumente aún más las ya de por sí asfixiantes medidas de seguridad. No se conocen antecedentes de un suceso similar en una campaña presidencial.

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La cadena de televisión MSNBC decidió no ofrecer imágenes en directo, sino con unos minutos de demora para que el secuestrador no pudiera observar lo que estaba sucediendo.

Momento en que Leeland Eisenberg se entrega a la policía, ayer en Rochester.
Momento en que Leeland Eisenberg se entrega a la policía, ayer en Rochester.REUTERS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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