Rovi sale a Bolsa sin el supositorio

Los laboratorios Rovi salen por fin a Bolsa, tras más de cinco años de espera. Pero lo hacen sin el producto que los españoles asocian a la marca, los célebres supositorios Rovi que tanto se publicitaron en prensa y televisión cuando el fármaco contra el estreñimiento podía venderse sin receta médica. Los supositorios con la marca asociada a ellos se vendieron a la multinacional Pfizer en 1994, tras una decisión "muy dura" de la que nunca se ha arrepentido el presidente de la farmacéutica madrileña, Juan López-Belmonte.

Si la oferta de venta de acciones (OPV) sale adelante, Rovi se estrenará en la Bolsa el 5 de diciembre en una banda entre 9,20 y 10,60 euros el título, según el precio fijado por Morgan Stanley y UBS, las entidades coordinadoras de la operación. Este importe supone valorar la compañía entre 460 y 530 millones de euros, con un PER (relación entre cotización y el beneficio por acción) entre 42,14 y 48,55, muy por encima del 15,04, el valor medio de la Bolsa de Madrid a finales de 2006.

La salida al parqué reportará a la compañía unos ingresos de 212 millones, destinados a diversificar su gama de medicamentos

El producto estrella de los laboratorios Rovi es hoy la Bemiparina, un fármaco indispensable y presente en todos los quirófanos y las plantas de hospitales de España por sus propiedades anticoagulantes. La ventaja de este medicamento sobre otros de similares características es que al ser de peso molecular bajo, permite dispensarlo en dosis más reducidas y no requiere efectuar controles analíticos del paciente para su seguimiento.

Rovi es de las pocas farmacéuticas con capital exclusivamente español que ha logrado participar en el Programa CENIT, impulsado por la Oficina Económica de La Moncloa y el CDTI. Junto a otros grupos como Zeltia, Faes Pharma, Lipotec y Dentrico constituyeron el Consorcio Nanofarma, que enfoca sus investigaciones en la nanomedicina. En este grupo, Rovi investiga el desarrollo de la heparina oral, un anticoagulante que se aplica en la actualidad mediante inyecciones para combatir la trombosis y la tromboflebitis.

La comercialización de la Bemiparina proporcionó a Rovi el año pasado unos ingresos de 23,5 millones de euros, el 28,8% de la facturación total del grupo. El mayor porcentaje -un 33,7%- corresponde a la venta de fármacos bajo licencia para combatir los dolores musculares. Otro 12,4% se ingresó por la venta de medicamentos para prevenir los efectos de la menopausia y la artrosis. En el primer caso se trata del Fitoladius, compuesto por isoflavonas de soja que reducen el colesterol y alivian los sofocos y otros síntomas asociados con el climaterio. Estas sustancias han sustituido a productos hormonales de amplio uso en el mercado que han dejado de prescribirse al vincularse con la aparición de algún cáncer. El Glutan es una glucosamina para combatir la artrosis que se administra en comprimidos, lo que supone una ventaja, según Rovi, frente a otros productos de la competencia que lo presentan en sobres.

El 22,8% restante de los ingresos de la compañía tuvo su origen en el envasado de supositorios y llenado de viales.

Planta en Granada

La farmacéutica encabeza la lista de laboratorios especializados en medios de contraste para el diagnóstico de lesiones de hígado, urológicas, sistema nervioso central, alteraciones cardiacas y gastrointestinales. Rovi no facilita el peso económico de esta gama de productos en sus ingresos.

Hasta ahora todos estos compuestos se preparan en las instalaciones de Rovi en su sede madrileña, donde se ubica el único centro en España de I + D en despolimerización y purificación de heparina y el segundo centro europeo de fabricación de inyectables para terceros. Rovi culminará el próximo año la construcción de su segundo laboratorio en el Parque Tecnológico de la Salud en Granada, donde invertirá 18,8 millones de euros, de los que un 31% corresponden a subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía a fondo perdido. Las instalaciones ocupan más de 9.100 metros cuadrados, junto al mayor hospital de Andalucía. Este segundo emplazamiento se centrará en investigar y desarrollar la heparina oral y a la fabricación de la Bemiparina para atender al número creciente de personas mayores que padecen la enfermedad tromboembolia venosa.

La sede de la compañía en Madrid está alquilada al propio dueño de la compañía, Juan López-Belmonte, y la oficina de ventas en Portugal, a uno de sus hijos "a precios de mercado", aunque según el folleto remitido a la CNMV "no se puede asegurar que Rovi no hubiera obtenido mejores condiciones de terceros". Rovi es propiedad al 100% de Juan López-Belmonte -hijo del fundador-, a través de Inversiones Clidia. La OPV pondrá a disposición del mercado el 34,78% de la sociedad equivalente a 17,3 millones de títulos por un valor nominal de 0,06 euros cada uno, ampliables a 1,199 millones de acciones más si las entidades colocadoras ejecutan el green shoe (opción de compra). López-Belmonte ejercerá tras la OPV los mismos poderes que en la actualidad. La salida a Bolsa reportará a la compañía unos ingresos de 212 millones de euros, que se destinarán a diversificar su gama de medicamentos, potenciar el prestigio de la compañía, ampliar su base accionarial y ofrecer liquidez.

Para unos laboratorios de perfil relativamente pequeño, comparado con otros cotizados, como Grifols, Almirall, Faes o Zeltia, que triplican su tamaño, sólo el proceso de salir a Bolsa le costará más de 10 millones de euros entre comisiones, aseguramiento y colocación de la OPV.

El presidente de Rovi y sus tres hijos han firmado un acuerdo, sujeto a "excepciones" no desveladas por el que se compromete a no pactar, emitir ni vender ninguna acción hasta pasados 180 días por lo que respecta a la sociedad y 360 días a Inversiones Clidia. Las peticiones de compra se podrán presentar hasta el 30 de noviembre.