"El machismo es una realidad global"
Mujeres representantes de colectivos de inmigrantes rechazan que se hagan distinciones por la nacionalidad de los agresores porque ello "refuerza procesos de xenofobia", sostiene la venezolana Francy Fonseca, de Mujeres del Mundo. "Cuando la violencia la ejerce un extranjero se magnifica. El 69%, la mayoría, son autóctonos", recalca Marta Lucía González, de origen colombiano y miembro de la Asociación Hispano-Latinoamericana de Euskadi.
Al igual que ellas, Fátima Djara Sani, de Guinea Bisseau y también de Médicos del Mundo, destaca que "los malos tratos los sufren las mujeres de todo el mundo". Las tres recalcan la "situación de vulnerabilidad añadida" que sufren las inmigrantes: el miedo a ser expulsadas si denuncian, no tener el respaldo de una buena red de relaciones sociales y las dificultades con el idioma les pueden desanimar de acudir a la policía a denunciar una agresión. "Tienen recursos a su alcance, pero las instituciones y las ONG tienen que hacer que se sientan arropadas", opina Fonseca. González apostilla que la clave es "trabajar más en la prevención y que no haga falta un hecho consumado para que la policía intervenga".
Tanto esta última como Sani apuntan que en sus países no ocurren tantos asesinatos de mujeres. "En América Latina hay más machismo y las mujeres lo asumen, no se rebelan, por lo que hay menos violencia. Cuando emigran, ellas reaccionan al ver más opciones de reclamar igualdad y sus maridos también reaccionan como los hombres de aquí, con violencia", explica González. "Sufrimos muchos malos tratos psicológicos", abunda la guineana, "pero allá no se llega a asesinar porque las mujeres no acuden a la policía. Aquí imitan lo que ven en el entorno". Fonseca no coincide aquí con ellas: "La estructura patriarcal es algo global, presente en todos los países, y el estereotipo machista del hombre latinoamericano es infundado".
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